¿Por qué 'Ejército de los muertos' se ve tan borrosa en Netflix?

No le pasa nada a los ajustes de tu televisor: es como Zack Snyder quiere que se vea.
Ejército de los muertos
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Cinemanía
Ejército de los muertos

Ejército de los muertos ha sido un proyecto especial para Zack Snyder por varios motivos. Además de ser su primer trabajo posterior a la trágica salida del Universo DC, es la primera etapa de un suculento acuerdo con Netflix para construir un universo compartido. Y también una película enteramente personal de la que firma el guion y le ha permitido debutar como director de fotografía en un largometraje.

Este último punto es realmente significativo en el caso de un cineasta cuya filmografía venía estando consagrada a una idea totalizadora de la imagen espectáculo, siempre con gran contundencia visual y composiciones pictóricas. Pero no es así en Ejército de los muertos, su primera película rodada en digital en vez de celuloide y donde dominan las imágenes rápidas, los planos cortos y los colores lavados.

Hasta ahora, Snyder había colaborado con directores de foto como Matthew F. Leonetti (Amanecer de los muertos), Amir Mokri (El hombre de acero), Fabian Wagner (Liga de la Justicia) y, principalmente, el californiano Larry Fong, con quien ha llevado a cabo sus filmes más espectaculares visualmente: 300, Watchmen, Sucker Punch y Batman v Superman. Sin embargo, la aproximación visual del propio director en este caso se aleja de pasadas pirotecnias y no se parece demasiado a los ejemplos anteriores.

Si algo destaca en Ejército de los muertos es lo borrosa que llega a verse la película, con la mayor parte de los planos fuera de foco salvo por el elemento que está en primer término. Esta circunstancia, que ha llevado a algunos espectadores a quejarse de un presunto 'look Netflix' que tiende a hacer indistinguibles las propuestas de su catálogo por un aplanamiento homogéneo de sus imágenes debido a criterios de producción, rapidez, adecuación del material a todo tipo de tamaños de pantalla, etc.

Ejército de los muertos
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Ese no es el caso de Ejército de los muertos, ya que aquí estamos hablando del look con el que Snyder ha querido dotar efectivamente a su película. Para ello la ha rodado empleando antiguas lentes Canon Rangefinder de 50 mm f/0.95 adaptándolas a las cámaras digitales Red Monstro con resolución de 8K; un proceso llevado a cabo por la casa Zero Optik para el cineasta.

La imagen soñada de Zack Snyder

Debido a la profundidad de campo tan pequeña que permiten dichas lentes -empleadas en los años 70 para foto fija– se consigue ese borroso efecto bokeh tan característico en los primeros planos que lleva toda la atención al personaje enfocado en dicho momento y difumina todo lo que lo rodea. La nitidez está muy localizada y el resto de la imagen se desvanece.

Ejército de los muertos
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No solo eso, sino que al adaptar las lentes originales para su uso en las Red Monstro no se les incorporó hojas para poder regular la apertura y la cantidad de luz que llega al diafragma según las condiciones lumínicas del momento. Por lo tanto, toda la película se rodó con la apertura máxima, permitiendo la aparición de toda clase de aberraciones y distorsiones en la imagen, como brillos y reflejos causados por la luz del sol.

Snyder se ha referido a estas lentes como "ensoñadoras" precisamente por esa suavidad que dan a los fondos y la falta de nitidez en los extremos de los encuadres, creando la impresión de que lo que se ve en pantalla forma parte de un sueño. 

Zack Snyder con una Red Monstro y lentes ajustadas
Zack Snyder con una Red Monstro y lentes ajustadas
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Además, el cineasta también ha resaltado que es una manera de mantener cierto aspecto táctil y analógico a pesar de estar grabando en digital por primera vez en su carrera. "El resultado final en la película ha quedado más enfocada de lo que pensaba que iba a estar", ha llegado a reconocer Snyder.

La casualidad ha querido que esta decisión técnica mantenga ese aspecto rudimentario de la imagen en una película tan sometida al retoque digital de urgencia para reemplazar a un actor principal por otra intérprete meses después de la finalización del rodaje. Puede que no sea una diferencia tan llamativa como otros casos excepcionales dentro del catálogo de Netflix, pero al menos tenemos la certeza de que se trata de una decisión enteramente justificada y buscada por el autor de la película.

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