Protegido por una pared de hielo que se yergue a cinco mil metros de altura sobre el Pacífico, se encuentra el Valle de las Lágrimas. Como una serpiente, la frontera entre Chile y Argentina culebrea en el contorno de este páramo, a 30 kilómetros a pie de la población más cercana. En él, no hay nada: de cuando un cuando, un puma se abre paso entre las rocas a la caza del guanaco y los aguiluchos surcan el inmediato cielo del que, una vez, bajó el avión que cayó en las montañas.
Durante meses, el Valle de las Lágrimas fue el hogar de decenas de personas, cuya historia ha narrado recientemente Bayona en La sociedad de la nieve. Esta película, estrenada en Netflix el pasado 4 de enero, es la gran esperanza nacional de cara a los Óscar y cuenta, incluso, con opciones para abrirse paso en la categoría de mejor película principal, junto a Los asesinos de la luna y Oppenheimer.
La fidelidad con que el autor de El orfanato ha recreado la Tragedia de los Andes es uno de los grandes atractivos de la película: en diversos planos, podemos ver las crestas que encerraron, durante más de 70 días, al pasaje del vuelo 571.
El equipo de Bayona se trasladó al Valle de las Lágrimas para rodar algunas tomas, aunque el grueso de la película se ha filmado en un punto mucho más cercano y accesible. Te contamos dónde.
¿Dónde se rodó 'La sociedad de la nieve'?
Bayona tuvo que suspender su ansia de rigor histórico al escoger el punto en el que rodaría La sociedad de la nieve, ya que las montañas que vemos durante la mayor parte del metraje son las de Sierra Nevada (Granada). A pesar del título de la película y del nombre de la cordillera, la nieve no hizo acto de presencia y el equipo tuvo que arreglársela, con polímeros y celulosa, para disimular su ausencia.
Como contó uno de los responsables de los efectos especiales en una entrevista para Infobae, se empleó tanto nieve real como ficticia, con lo que “los actores pasaron muchísimo frío.” El rodaje se dispuso en tres escenarios: uno a 3.000 metros, otro algo más abajo y el último, próximo a la ciudad de Granada. Entre los enclaves que se vistieron de El Valle de las Lágrimas, están Pradollano, la Hoya de la Mora, Güejar Sierra o la Laguna de las Yeguas.
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