¿En qué puesto del ranking de amantes de Love Actually estás? ¿Y en la Lista Forbes? Si te encuentras bien posicionado en ambas tablas, es posible que esta noticia te interese: la casa, ante cuya fachada Andrew Lincoln intentó, sin éxito, dejar soltero a su mejor amigo, está en el mercado. Y por menos de tres millones de euros puede ser tuya.
La propiedad se encuentra en el barrio londinense de Notting Hill (de una tacada, dos clásicos del cine romántico de Richard Curtis) y cuenta con cuatro plantas, tres dormitorios, terraza, garaje propio y hasta una nevera para vinos y suelo climatizado (como ese que apasionaba a Skyler en Breaking Bad). Jack Thomas, encargado de la inmobiliaria que gestiona esta venta, añade una ventaja a través de la que, con el paso de los siglos, se podrá explicar esta época: La casa se encuentra en uno de los barrios más “instagrameables” de Londres. Por tanto, ¿a qué esperas para pujar?
Un momento no tan romántico
Vista sin el necesario contexto de la cinta (es decir, en forma de meme en alguna red social), uno podría pensar que Andrew Lincoln (Mark en la ficción) trata de recuperar a su pareja con la ayuda de un par de carteles melosos y la invencible aparición por sorpresa. Sin embargo, Mark lo que pretendía, en realidad, era conquistar a la mujer de su mejor amigo (a la que daba vida Keira Knightley). Y ni siquiera lo conseguía.
Lincoln, durante el rodaje, tenía reticencias. “¿Estás seguro de que no voy a parecer un acosador espeluznante?”, solía preguntarle a Richard Curtis, guionista y director de Love Actually, tal como contó en una entrevista para Entertainment Weekly. Su lealtad hacia su presunto mejor amigo tampoco salía muy bien parada. Martine McCutcheon (Natalie en la película) defendió la secuencia, ya que ¿quién no hace locuras cuando está enamorado?
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