En abril de 2023 fueron retirados los cargos iniciales contra Alec Baldwin por su hipotética responsabilidad en la muerte de Halyna Hutchins. Ambos trabajaban en Rust, Baldwin como actor y productor y Hutchins como directora de fotografía, cuando durante una jornada Baldwin disparó accidentalmente a Hutchins y al director Joel Souza con lo que él creía que era una pistola de atrezo. Hutchins murió en el acto, y desde octubre de 2021 lo ocurrido en el rodaje de este western independiente ha acaparado la actualidad mediática de Hollywood.
Mientras que Dave Halls, ayudante de dirección, llegó a un acuerdo con la fiscalía tras ser acusado de negligencia, la armera Hannah Gutiérrez-Reed aún afronta la acusación de homicidio involuntario, por la que será llevada a juicio en febrero de 2024. Frente a ellos, Baldwin parecía haber quedado exonerado a mediados de este año, una vez la fiscal del distrito Mary Carmack-Altwies retirara la acusación. Lo hizo con un comunicado donde ya entonces figuraba que “se habían revelado nuevos hechos que exigían más investigación y análisis forenses en el caso contra Baldwin”.
Entretanto, el rodaje de Rust se ha completado y Baldwin ha seguido asegurando su completa inocencia en el caso, afirmando además que él no apretó el gatillo de la pistola. Este es el punto más conflictivo, y el que acaba de derivar según el New York Times en una posible nueva acusación. La fiscalía de Nuevo México ha convocado al gran jurado para estudiar la posibilidad de volver a presentar cargos contra Baldwin por homicidio involuntario. “Creemos que, basándonos en nuestra larga y detallada investigación, es apropiado que un gran jurado de Nuevo México tome una decisión sobre si el caso debe seguir adelante”.
Así lo ha declarado la fiscal Kari Morrissey. La utilería habría sido sometida a nuevos análisis que contradicen a Baldwin. El nuevo informe sostiene, así, que se necesitaban dos libras de presión en el gatillo para que el arma (una réplica de un revólver de 1873) pudiera hacer efectivamente fuego. “Las pruebas forenses concluyen con certeza que el gatillo del arma tuvo que haber sido apretado para que el arma se disparara”, prosigue Morrissey.
“Aunque Alec Baldwin niega haber apretado el gatillo, dadas las pruebas, hallazgos y observaciones aquí relatadas, el gatillo tuvo que ser apretado o presionado lo suficiente para liberar el martillo totalmente amartillado o retraído del revólver de pruebas”, ha añadido un experto en armas implicado en la investigación. Pronto sabemos si esos nuevos cargos se materializan, y Baldwin ha de ir a juicio con Gutiérrez-Reed.
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