Crítica de 'El astronauta': Adam Sandler, solo en el cosmos, recibe terapia extraterrestre

La película estrenada en Netflix, adaptación de la novela de Jaroslav Kalfar, se apoya en la singularidad representada en el vínculo con una araña gigante y supone un atrayente drama espacial en clave intimista
Adam Sandler, en la película 'El astronauta'
Adam Sandler, en la película 'El astronauta'
(Netflix)
Adam Sandler, en la película 'El astronauta'

El cómico Adam Sandler en modo sosegado y amargo entraña sugerencia como señalan Embriagado de amor, The Meyerowitz Stories o ese regalo que fue el genial thriller Diamantes en bruto. Con ese aliciente llega a Netflix El astronauta, drama espacial revestido de introspección, singularidad y autoría exhibido fuera de concurso en el Festival de Berlín.

El sueco Johan Renck, director de capítulos de series como Chernobyl y Breaking Bad, adapta El astronauta de Bohemia, la muy particular y sorprendente novela de Jaroslav Kalfar. Muestra la soledad que afecta de manera marcada a un cosmonauta checo que lleva seis meses en una misión rumbo a una extraña formación nubosa púrpura en las proximidades de Júpiter. En ese contexto, en su nave aparece una figura alienígena interesada por su situación emocional.

La propuesta estrenada en Netflix cuenta con las aportaciones secundarias de Carey Mulligan, en el papel de la también afligida esposa, Kunal Nayyar (el tímido Raj de The Big Bang Theory) y las veteranas Isabella Rossellini y Lena Olin, sin olvidarse de la fundamental contribución de Paul Dano poniendo voz al extraño compañero de viaje.

Crítica de 'El astronauta' con Adam Sandler en Netflix

La araña gigante de 'El astronauta', la película espacial con Adam Sandler
La araña gigante de 'El astronauta', la película espacial con Adam Sandler
(Netflix)
Valoración:

El espacio fascina, y también provoca miedo por su realidad insondable, tanto que escapa a nuestra comprensión. Reparar en ella transmite soledad, sensación que constituye un clásico en el cine que aborda la temática en clave existencial e intimista y que canaliza El astronauta a partir del retrato de un Adam Sandler desgastado por los meses de solitaria travesía, por lo que arrastra y por la latente percepción de que su esposa (hablaban por un sistema de comunicación) va a alejarse definitivamente de él.

La película de Renck, cambio de registro de Sandler frente al perfil habitual de los títulos en los que se ha embarcado estos años para Netflix, posee un componente de rareza representado en la araña gigante alienígena con la que establece un vínculo y hace terapia. La plasmación de semejante idea, por la que desde luego se identificará el filme, fluye alejada de lo risible que resulta sobre el papel. La historia abraza esa singularidad pero no se queda en ella y, por extraño que suene, el factor contribuye al tono y ejerce su efecto.

Atinada como señalan no pocas de sus ideas conceptuales y expresivas y su tratamiento (partiendo de la soledad ambiental y del reflejo de la gravedad y del espacio cerrado), El astronauta se mueve siempre en el terreno de lo atrayente y lo estimable

Algo compatible con el pensamiento, que asoma a mitad de proceso y que se hace corpóreo al final, de que podría haber adquirido mayor resonancia (en términos Solaris) y de que ciertos aspectos apuntados requerían más desarrollo. La actitud cerrada de Jakub que fue dañando su matrimonio se entiende por lo que le condicionaron su pasado en Chequia y su padre, pero pedía más detenimiento.

Al ver a la criatura, Jakub cree haberse vuelto loco. Las primeras interacciones encierran un lado inquietante por el lógico recelo respecto a las intenciones del segundo pasajero. Sobre esa base van abriéndose camino el bálsamo y lo calmante. La araña, atraída por los humanos, comparte con el protagonista su condición solitario explorador. Uno se olvida de lo digital porque tiene hondura y desprende interés por su perspectiva, por sus consideraciones sobre los hombres y por el hecho de que su existencia remite a los confines del universo, detalles que conectan con lo clásico. La aportación vocal de Paul Dano realza el retrato.

La relación entre el 'humano flaco' (así le llama la araña) y Hanus (nombre que le pone Jakub al extraño ser) guarda significado. También lo exhibe, dentro del marco complementario y aunque falten detalles, la subtrama de la esposa interpretada por Carey Mulligan, sumida en la soledad en la complicada coyuntura anímica del embarazo.

Adam Sandler vuelve a lo dramático con 'El astronauta'
Adam Sandler vuelve a lo dramático con 'El astronauta'
(Netflix)

Las evocaciones, propiciadas asimismo por los recuerdos a los que le enfrenta, para ayudarle, Hanus, se refuerzan en el pasaje en la nube púrpura que motiva la misión espacial, envuelto en una carga etérea acerca del origen, el final y la concentración de todo.

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