La biotecnología promete que algún día nadie se atragantará en Nochevieja

  • La Fundación Gnoma investiga la modificación genética de los alimentos para mejorar sus propiedades.
  • Muchas de las modificaciones responden a las demandas del mercado.
  • Lograr uvas sin pepitas y melones para compartir en pareja son algunas de las líneas de investigación.
  • "España podría liderar pronto la producción mundial de lenguado", afirma su director.
Viticultor recogiendo un racimo de uvas. ARCHIVO
Viticultor recogiendo un racimo de uvas. ARCHIVO
Viticultor recogiendo un racimo de uvas. ARCHIVO

Uvas de mesa sin pepitas, melones más pequeños, lenguados más sabrosos o aceitunas más fáciles de recoger: son algunas de las aplicaciones de la biotecnología, presentes ya en la cesta de la compra y en productos de consumo diario.

Gracias a la biotecnología, el proceso de mejora genética se ha acelerado y ha permitido detectar el ADN de estos alimentos, logrando "disponer de una seguridad alimentaria que jamás habíamos conocido", afirma Fernando Garcés, director gerente de la Fundación Genoma, dedicada al estudio del mapa genómico de determinados productos con el objetivo de mejorarlos para su consumo.

Esta investigación podría lograr que la merluza dejara de desaparecer

Financiada con fondos públicos y privados, esta fundación centra sus investigaciones en aquellos aspectos de los alimentos que despiertan mayor interés entre los propios productores.

Así, el estudio del lenguado, denominado 'Pleurogene', ha permitido desarrollar su mapa genético y seleccionar los reproductores de alevines "más vivaces y fuertes" para reducir las malformaciones y controlar el cultivo de la especie en cautividad.

"España podría liderar pronto la producción de lenguado en el mundo" ha dicho Garcés, quien cree que esta investigación podría extenderse a la merluza, un pescado "con unas magníficas cualidades que está desapareciendo".

Entre los aspirantes a participar en el estudio, también figuran el pulpo, la sepia o el choco aunque "primero habrá que lograr que vivan en cautividad y se sientan a gusto para reproducirse".

El aceite de oliva y la aceituna de mesa son protagonistas del proyecto "Oligen", puesto en marcha este año, que estudia cómo lograr que el fruto caiga más fácilmente o que el árbol pueda crecer en forma de seto para mejorar la recogida mecanizada.

Podemos obtener nuevas variedades de uvas sin pepitas y obligar a las demás compañías a pagar 'royalties'

'Melonomics' es una investigación sobre el melón que generará "una colección de nuevas variedades españolas con azúcares o antioxidantes para contribuir a una alimentación más saludable", ha apuntado Garcés.

Además, se intentará producir melones más pequeños, para dos personas, como reclaman los productores y confirman las estadísticas sobre composición de nuevos hogares y hábitos de consumo.

Otro proyecto de esta fundación es 'GrapeGen', un estudio sobre la uva de mesa que ha identificado los genes y proteínas asociados con los rasgos de calidad de la vid. El estudio de 600 variedades de uva ha concluido que "cruzando muy pocas variedades podemos obtener otras nuevas que si logran ser crujientes,

sin pepitas o con antioxidantes permitirán modificar el mercado y obligar a las demás compañías a pagar 'royalties'".
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