La playa puede convertirse en el gimnasio ideal

Con la llegada del verano, cada vez son más las personas que se animan a hacer deporte al aire libre. Así, la playa se puede convertir en un gimnasio natural con muchos beneficios. La resistencia del agua, la inclinación del terreno, o la propia consistencia de la arena se pueden utilizar para intensificar el esfuerzo al realizar deporte. Una propuesta atractiva que nos permite disfrutar del mar y el sol mientras nos ponemos en forma.