Absténganse grinchs: todos queremos ir a Estrasburgo por Navidad. Esta ciudad del noreste de Francia es, para muchos, la capital de estas fiestas; y no es de extrañar, pues cuando diciembre aparece en el calendario, sus calles se transforman en el christmas perfecto. Si los canales o las casitas típicas con sus entramados de madera ya parecen de cuento, imagínate cuando se llenan de luces, guirnaldas y de nieve o cuando los villancicos se convierten en el hilo musical de cada minuto.
Cierto es que lo mismo ocurre con el resto de pueblos de la Alsacia francesa, región que parece sacada de un cuento en cualquier época del año, aunque es ahora cuando muchos aprovechan para recorrerla instalando su base de operaciones en Estrasburgo. Y es que, ¡quién puede resistirse a los encantos del pueblo más navideño de Europa!
Para empezar, porque el mercadillo que se instala en la ciudad entre finales de noviembre y principios de enero es el más antiguo de Europa. Parece sacado de una fábula y, sí, merece como mínimo una visita. Desde Civitatis, por ejemplo, proponen un free tour para recorrerlo y entender, así, por qué es la capital europea de la Navidad desde 1995. Dos horas de paseo en la que nos llevarán por el mercado del Niño Jesús, el de los Tres Reyes Magos y el de la plaza Kléber, entre otros, y que podremos aprovechar para llevarnos alguna figurita invernal con la que recordar siempre este viaje por Alsacia.
Estrasburgo bien merece una visita más allá de la Navidad, puesto que su casco antiguo fue el primero de Francia en ser declarado Patrimonio de la Humanidad. Puedes descubrirlo con un free tour que recorre sus atractivos principales, desde la Catedral, el Palacio Rohan, el barrio de la Petite France y los puentes Cubiertos, entre otros puntos turísticos. Si prefieres descubrir el lado más oscuro de la ciudad, el free tour de sus misterios y leyendas narra los castigos que recibían los acusados de brujería o actividades paganas y algunos de los episodios más inquietantes de la localidad.
Otras actividades turísticas en Alsacia
Si aprovechas el desplazamiento para descubrir la región, hay otras paradas imprescindibles en el itinerario. Colmar, por ejemplo, es una de ellas y podemos descubrir gran parte de su historia en un free tour de dos horas que nos enseña sus mansiones burguesas y de comerciantes, como la Casa Pfister y la Casa de las Cabezas o la Pequeña Venecia, el barrio en el que podremos desconectar en los relajantes canales del río Lauch.
Pero si lo que queremos es continuar empapándonos del espíritu navideño, es indispensable hacer una visita a los mercadillos navideños de la zona, una actividad de más de nueve horas de duración que recorre los pueblos de Riquewhir, Kaysersberg y Colmar para descubrir sus coquetos puestos, desde aquellos con artesanía para decorar nuestro hogar hasta los que nos permiten degustar productos típicos, como el pretzel, el pan de jengibre o las bredalas de Noel, unas pastas tradicionales de la zona.
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