A vista de mujer: turismo en Matarraña

Marta Goir
Marta Goiri
Cortesía
Marta Goir

La ingeniera Marta Goiri dirige La Torre del Marqués desde que la abrieron hace dos años. Es un hotel masía en plena Matarraña, en el bajo Aragón (Monroyo). "Teníamos una ilusión, que más tarde se convirtió en un proyecto. La idea era buscar una casa dónde ir de vez en cuando y alquilarla a terceros. Buscando en diferentes zonas de España empezamos a ver ofertas de aldeas abandonadas, etc. Y a través de esas webs apareció no esta masía, otra, en la zona de la Matarraña, de la que no habíamos oído hablar en la vida. Viajamos a la zona y nos atrapó, así que estuvimos meses y meses viniendo y viendo masías, hasta que apareció La Torre del Marqués".

Marta tuvo claro desde el primer momento que la rehabilitación de la masía del siglo XVIII que acababan de adquirir debía impactar cultural, emocional y ambientalmente en la zona y en sus artesanos. "Los puestos de trabajo los ocupan en su mayoría personas de la zona. A veces es complicado porque no encuentras personal disponible. La plantilla es de 35 personas en temporada alta y las poblaciones no tienen demasiada gente en edad laboral con conocimientos de hostelería. Pero la 'maître', los camareros, el personal de recepción son de aquí. Ellos trasmiten su cariño por la zona y por los frutos que da".

Oculto en la zona sur del Matarraña, el hotel fue construido íntegramente con las manos de los habitantes de la comarca y con materiales provenientes de la naturaleza que lo rodea. La sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales del Hotel Torre del Marqués y su huella en el lugar comienza precisamente desde los cimientos. Para la rehabilitación de la masía se utilizaron materiales naturales de proximidad con el objetivo de reducir al máximo la huella de CO2 del edificio.

Torre del marqués
Torre del Marqués
Sergio Padura

Todos los elementos sobre los que se levanta el hotel provienen de los alrededores y han sido elaborados y transformados por artesanos y constructores locales, convirtiéndose en un ejemplo de economía circular que abarca todos los aspectos del hotel.

Los comienzos

Marta no siempre se ha dedicado a esto. "Yo soy ingeniera industrial y trabajé en DHL, hasta que llegó un momento en el que vi que necesitaba hacer algo diferente. Estuve mucho tiempo pensándolo y me fui a una agencia de viajes. No sabía nada pero a base de horas fui aprendiendo. Al principio era una franquicia de NUBA y ahora tengo mi propia agencia de viajes a medida: Bontur. Cuando empezamos con el proyecto del hotel mi marido y yo hicimos un programa de dirección de empresas turísticas para aprender hostelería".

La conciliación

Cuando empezó a funcionar el negocio vivían allí, en el hotel, "pero era poco privado y no desconectas. Acabamos haciéndonos una casa en la misma finca, pasamos mucho tiempo ahí, aunque también nos movemos mucho. Afortunadamente ha habido un cambio de mentalidad en el tema de la presencialidad en reuniones y muchas se resuelven como esta entrevista, por Teams. Nuestras hijas ahora tienen 29 y 24 años y esto también nos da más libertad ya que no son pequeñas, no tenemos que estar pendiente de deberes, etc".

La dedicación está dando sus frutos ya que Torre del Marqués acaba de recibir el premio del Gobierno de Aragón al Mérito Turístico. Y es que si hay algo cuidado es el turista: "Hacer turismo en la zona tiene una faceta cultural importante porque todos los pueblos tienen su detalle bonito: plaza porticada, iglesias con historia… La naturaleza de la zona es espectacular, los ríos, montañas, los puertos, la vegetación. Rutas a pie, a caballo (están trabajando en ello), en bici, hacer la vendimia…". La oferta es amplia y enriquecedora.

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