Más de mil pinos y un paraje único (la mayor reserva ecológica de pinares de la Península Ibérica) arropan Ohai Nazaré, un increíble complejo sostenible que reparte sus lujosas tiendas de campaña por las 8 hectáreas que ocupa dentro del Parque Natural portugués de Leiria. Un glamping con las ventajas de convivir mano a mano con la naturaleza y el confort de una propuesta de acampada muy top, a sólo una hora en coche de Lisboa.
En Ohai Nazaré todo es posible. Con la famosa Playa del Norte (la de las olas más grandes del mundo) a 3 kilómetros de distancia; la belleza del pueblo medieval de Óbidos muy cerca; la posibilidad de visitar en barco las increíbles (y protegidas, con aforo limitado) Islas Berlengas… la naturaleza se ha aliado con este rincón del centro de Portugal para que el viajero no pierda ni un segundo de disfrute.
En este resort de lujo, respetuoso con la naturaleza privilegiada que lo acoge, el viajero encuentra el descanso o la diversión, según desee. Entre sus completas instalaciones destacan sus cuatro piscinas, parques infantiles, restaurante, rutas de senderismo, clases de surf o alquiler de bicicletas, por citar solo algunas posibilidades.
Disfrutar (y respetar) la naturaleza
Ohai Nazaré ofrece al viajero glampings (tiendas de campaña de lujo) en las que alojarse, para disfrutar de la naturaleza en calma, de una manera más consciente. Para quienes prefieran un descanso más tradicional, existe la posibilidad de alquilar bungalows, perfectamente integrados con el entorno también.
El resort, situado en la localidad de Leiria y a tan solo 2 kilómetros del pueblo de Nazaré, ofrece todo tipo de comodidades para las familias, pero también para una escapada en pareja o para viajeros solitarios. Actividades para adultos, con shows nocturnos, talleres de baile, paseos en bicicleta, relax en el spa… Todo, con un escrupuloso protocolo sostenible.
La ubicación de los glampings y bungalows ha sido diseñada para tener el menor impacto ambiental posible, conservando todos los pinos que había en el lugar originariamente. Los alojamientos no tienen cimentación, y están fabricados con materiales reciclables para poderlos retirar sin dejar huella.
Las piscinas de Ohai Nazaré, por su parte, están construidas a partir de contenedores de barco reciclados. De hecho, una de sus piscinas exteriores ostenta el título de ser la más grande y alta de Europa elaborada con estos materiales. Para reducir el uso de energía eléctrica, el compromiso del resort son las energías alternativas sostenibles. Las cubiertas de sus edificios tienen placas solares térmicas de alto rendimiento para el agua caliente sanitaria, así como placas fotovoltaicas.
Nazaré, el encanto de un pueblo pesquero
Apenas a dos kilómetros del campamento base de Ohai nos encontramos con Nazaré, un pueblo pesquero con mucho encanto en el que aún puede verse a las mujeres de los pescadores secando los peces en la playa al sol. Una tradición centenaria extremadamente curiosa de ver. Un paseo por la parte del puerto, siempre lleno de vida, y una visita al restaurante María do Mare son actividades imprescindibles. En este restaurante, cien por cien genuino, Marina te ofrecerá todas las viandas del día (pescados frescos siempre) para que elijas, en un local auténtico.
Aparte de pasear por la zona baja de Nazaré, hay que subir al faro, situado en un vértice del Fuerte de San Miguel, ese al que surfistas experimentados de todo el mundo llegan cada año para surfear las olas más grandes. Un fenómeno geológico que atrae a miles de turistas, que también pueden visitar el museo del surf. En él se exponen las tablas con las que han surfeado allí los grandes profesionales de este bello y arriesgado deporte de 'coger olas' (en muchas ocasiones imposibles).
Al regresar hacia la plaza del pueblo 'de arriba' nos acompaña la famosa e imponente estatua de 6 metros de altura del surfista con cabeza de ciervo en homenaje a las grandes olas del lugar y también a una leyenda sobre un milagro de la Virgen de Nazaré. Las vistas desde este lugar son increíbles.
Islas Berlengas, paraíso natural
Continuando con la ruta por los alrededores de Ohai Nazaré, sería imperdonable perderse las Islas Berlengas. Se trata de un paraíso natural protegido, en el que hay un límite de aforo, y en el que apenas viven algunos pescadores que realizan los viajes en barco para turistas, de ida y vuelta, desde Peniche. El recorrido hasta las islas (reserva natural) dura media hora y debes contar con la mañana entera.
Unas islas de aguas cristalinas e imponentes acantilados que el viajero puede visitar a bordo de un pequeño barco que las recorre. Como curiosidad, estos barcos de transporte de turistas tienen en el centro la base transparente, para poder ver la flora y la fauna bajo nuestros pies. Muy curioso. Después, desembarco y paseo hasta la cúspide, en la que se sitúa el Faro del Duque de Braganza, de 1758. Las vistas desde allí resultan imponentes.
Ya de regreso a Peniche, merece la pena hacer un alto en el camino para almorzar en uno de sus restaurantes de la playa, acristalados, desde donde observar a decenas de alumnos dando sus clases de surf, el deporte nacional por estos lares.
Óbidos, belleza medieval
A media hora de Nazaré se encuentra la ciudad medieval amurallada de Óbidos, probablemente el lugar más turístico y uno de los más bellos de esta zona del centro de Portugal.
Óbidos fue el regalo del rey Dionisio I a su esposa, Isabel de Portugal (natural de Zaragoza), y hoy es un laberíntico recorrido de calles y cuestas empedradas, a las que acompañan edificios encalados con colores vivos característicos. Además de pasear por las murallas, y el castillo de Óbidos, no podemos abandonar el lugar sin probar su famosa ginja. Se trata de un licor de guindas que se ofrece en vasito de chocolate, que al finalizar… ¡se come!
En Óbidos resulta especialmente entretenido e interesante recorrer sus comercios locales. Desde una iglesia convertida en librería, Santiago,(en la que las mujeres también hacen encaje de bolillos) hasta sus deliciosos y delicados locales de conservas con decoraciones nunca vistas (como Comur), pasando por una impresionante librería en la que, inesperadamente, encuentras cajas de frutas frescas del lugar a la venta. Todo en Óbidos merece atención.
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