Lo primero en lo que uno se fija al llegar a Santiago de Compostela es en la imponente catedral y en sus increíbles calles. Sin embargo, existe un mundo oculto y que mucha gente desconoce que viste el suelo de esta ciudad. Se trata de los desapercibidos, pero a la vez misteriosos tableros esculpidos en la piedra que sirvieron como base para jugar al popular juego 'tres en raya'.
De este legado se ha hecho eco el medio británico The Guardian, que no ha dudado en admirar este trabajo y ha contabilizado unos 200 tableros aproximadamente. De la mano del grupo Colectivo Rula, estos han salido a la luz: "Están ocultos a simple vista. Nunca hemos oído hablar de algo como la concentración de juegos que tenemos aquí, explica al medio británico Luis Leclere, miembro del mencionado colectivo.
La asociación comenzó la búsqueda en 2015, cuando un tablero fue hallado en el atrio de un convento local y su foto empezó a circular por las redes. Posteriormente, muchos lugareños comenzaron a ver más tableros que seguían el mismo patrón, por lo que comenzaron a investigar sobre el tema.
Su origen
The Guardian señala que se cree algunos de los juegos datan de finales del siglo XVI, cuando se sentaron las bases de lo que conocemos hoy como Santiago de Compostela. Sin embargo, la mayor parte de las marcas se realizaron hace 300 y 400 años aproximadamente.
Leclere ha explicado al diario inglés que "su presencia probablemente refleja la profunda desigualdad en la ciudad en ese momento. Se han encontrado grupos de juegos cerca de los principales edificios religiosos de la ciudad, lo que sugiere que eran jugados por personas que buscaban matar el tiempo mientras esperaban en la fila para recibir limosnas".
Por otro lado, estos tableros están presentes también en las plazas principales de la ciudad, lo que sugiere que se realizaron durante festivales y eventos públicos. "La supervivencia de estos juegos es muy interesante porque ofrece una visión, aunque borrosa, de la vida de las capas más humildes de la sociedad", expuso al diario El Periódico.
Un legado que ese debe mantener
Desde su descubrimiento en Santiago, han ido apareciendo tallas similares en otras ciudades de España y Francia, además de en Canterbury y Gloucester en Inglaterra. Sin embargo, ninguna colección es tan importante y grande como la de la ciudad gallega.
Por ello, desde el Colectivo Rula velan por su cuidado y mantenimiento, ya que si no estarían en riesgo de desaparición. La asociación manifiesta a The Guardian que ha obtenido poca respuesta por parte del gobierno para que haga más por proteger el patrimonio. "Es complicado, siempre existe la idea de que si han logrado resistir hasta ahora, ¿por qué tenemos que actuar?"
Como respuesta a ello, han comenzado a organizar diferentes rutas turísticas y visitas guiadas sobre el camino que han dejado estos tableros para así concienciar a los lugareños y a los visitantes.
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