Los restos de una torre islámica que se pueden ver en un 'parking' subterráneo de Madrid

Restos de la Torre de los Huesos.
Restos de la Torre de los Huesos.
santiago lopez-pastor / Flickr
Restos de la Torre de los Huesos.

En Madrid, los aparcamientos no solo tienen coches. Al bajar al parking subterráneo de Plaza de Oriente lo último que esperaríamos es encontrarnos con un tesoro arqueológico, pero precisamente eso es lo que veremos: una torre con casi mil años de antigüedad sorprende a los conductores que bajan a las entrañas de la capital.

Una joya arquitectónica del siglo XI

Durante las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de la Plaza de Oriente, se descubrió una joya arquitectónica del siglo XI: la Torre de los Huesos. Se trata de una atalaya islámica que durante la dominación árabe funcionó como punto de vigilancia del barranco del arroyo del Arenal, "existente entonces junto al lugar que ocupa actualmente el Palacio Real", señalan desde el Ayuntamiento de Madrid.

"Tras la conquista cristiana, fue incorporada como torre albarrana a la muralla cristiana para proteger la fuente de los Caños del Peral, que se encontraban en la actual Plaza de Isabel II", explican. Asimismo, servía para asegurar la puerta de Valnadú, situada en la confluencia de las calles Unión y Vergara, concretamente junto al Teatro Real.

Torre de los Huesos.
Torre de los Huesos.
santiago lopez-pastor / Flickr

Una torre junto al cementerio de Huesa del Raf

En cuanto a las características arquitectónicas de la torre islámica, esta tiene una planta cuadrangular de 3,65 por 3,40 metros y está elaborada con sílex y piedra caliza con sillares. Además, el nombre de Torre de los Huesos se debe a su ubicación muy próxima a un cementerio musulmán que se encontraba en la zona, conocido como Huesa del Raf.

Tras su descubrimiento, decidieron que una joya así debía protegerse y exponerse al público, a pesar de su estado de deterioro, ya que solo se conserva la cimentación de la torre. De esta manera, para visitar este resto arqueológico solo tenemos que bajar a la primera planta del aparcamiento de Plaza de Oriente, y ahí lo veremos tras un enorme cristal. Podremos bajar tanto en coche como andando.

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