La Semana Santa siempre es una gran oportunidad para conocer algunos de los rincones más bonitos y pintorescos de España. Aunque en Europa también hay destinos increíbles que merecen ser visitados, no hace falta traspasar las fronteras para conocer lugares espectaculares, y en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha hay multitud de preciosos pueblos que son perfectos para pasar unos días de descanso.
Además de ser una gran opción para no gastar mucho en el viaje de Semana Santa, visitar alguna de las localidades de Castilla-La Mancha también puede ser una increíble experiencia, ya que estos pueblos están repletos de maravillas arquitectónicas y la tranquilidad que se respira en ellos es inigualable. Además, en todos ellos hay numerosas procesiones durante todos los días de fiesta.
Hellín (Albacete)
Colindando con la Región de Murcia se encuentra la preciosa localidad de Hellín, que puede presumir de tener uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes de España. Estas increíbles pinturas se encuentran en el entorno del Yacimiento del Tolmo de Minateda, un extraordinario asentamiento íbero que es digno de visita. También es obligado entrar en sus numerosos templos, como la Iglesia Arciprestal de Santa María de la Asunción o el Santuario de Nuestra Señora del Rosario, que cobran especial importancia en unas fiestas de Semana Santa declaradas de Interés Turístico Internacional.
Tobarra (Albacete)
A pocos kilómetros de la villa albaceteña se encuentra la localidad de Tobarra, una de las cunas del tambor. Este instrumento musical toma especial relevancia durante las procesiones de Semana Santa, en las que las 'tamboradas', declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, resuenan por todas las calles del pueblo. Como curiosidad, entre este municipio y Hellín se ubica ficticiamente Sagrillas, la localidad natal de los Alcántara en Cuéntame cómo pasó.
Consuegra (Toledo)
¿Quién no ha querido alguna vez con ver con sus propios ojos los molinos de viento contra los que 'luchó' Don Quijote? Pues la localidad donde mejor se pueden encontrar es Consuegra, en Toledo. En lo alto del cerro Calderico, donde se asentaron los carpetanos en el siglo VI a.C, se erigen estas construcciones, aunque no son el único reclamo de este increíble pueblo. Justo al lado se ubica el imponente Castillo de la Muela, mientras que en pleno centro urbano se puede encontrar la preciosa iglesia mudéjar del Santísimo Cristo de la Vera Cruz.
Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Otro de los municipios perfectos para conocer los molinos de viento es el de Alcázar de San Juan. Esta bonita localidad de Ciudad Real, muy cercana a la provincia de Toledo, hay cuatro de estas construcciones conservadas en perfectas condiciones, y una vez se hayan contemplado de cerca, se puede bajar al pueblo para conocer la impresionante Iglesia de Santa María la Mayor. Sin duda, una de las mejores opciones en Castilla-La Mancha para pasar la Semana Santa.
Checa (Guadalajara)
Al este de la provincia de Guadalajara, muy cerca de Aragón, se encuentra esta villa de apenas 270 habitantes. Ubicada en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo y con muchos vecinos con apellidos vascos, esta localidad es perfecta para quienes buscan alejarse del bullicio de las grandes ciudades. Su entorno único, como el castro celtíbero de Castil de Griegos, o el Aguaspeña, un impresionante recorrido por arroyos, cascadas y formaciones rocosas, son solo algunos de los encantos que esconde este pequeño pueblo.
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