El pueblo medieval de los templarios que tiene un balneario con de más 100 años de historia

Vallfogona de Riucorb.
Vallfogona de Riucorb.
Angela Llop / Flickr
Vallfogona de Riucorb.
Hotel Balneari de Vallfogona.

Entre los bellos pueblos que se alzan en las tierras de Cataluña, Vallfogona de Riucorb destaca por encima de los demás no solo por las huellas de su pasado medieval ligado a los templarios, sino por su historia vinculada a las aguas termales. De este modo, aquí no solo podremos visitar un increíble casco antiguo, sino también relajarnos en su balneario con más de 100 años de antigüedad.

El pasado templario

El pueblo de Vallfogona de Riucorb se encuentra en la provincia de Tarragona, en la comarca de la Cuenca de Barberá. En el año 1190, el señor del lugar, Gombau d’Oluja, cedió su castillo a la Orden del Temple. Con el paso del tiempo esta donación se fue ampliando, y allí se instaló una encomienda templaria, es decir, el nivel inferior de organización en la estructura piramidal de la orden. Allí era donde residían los frailes y los otros miembros adscritos, para así controlar el patrimonio desde cerca.

Encomienda templaria en Vallfogona de Riucorb.
Encomienda templaria en Vallfogona de Riucorb.
Domènec Leal / Wikimedia Commons

La villa aún conserva esa esencia medieval en sus calles y edificios. Las pequeñas plazoletas, las antiguas casas y los monumentos dedicados a personajes ilustres del pueblo nos evocan ese pasado de esplendor. En el sector alto del pueblo, nos topamos con la iglesia parroquial de Santa María de Vallfogona y su reloj del siglo XVI, uno de los más antiguos de España.

Las aguas termales

Por otro lado, el principal atractivo del pueblo es su espléndido balneario. Este fue fundado en el año 1901 para usar las aguas mineromedicinales de la zona, que son cloruradas, sódico-sulfatadas, cálcicas y magnésicas, con indicios de ácido sulfídrico. Por lo tanto, están indicadas para problemas en el hígado, artritismos, reumatismos, psoriasis, eczemas, trastornos nutritivos y afecciones respiratorias.

Esas aguas provienen de manantiales subterráneos y en el balneario son usadas en la piscina, chorros, cuellos de cisnes, bañeras de hidromasajes, pediluvio, duchas a presión, vaporario y otras muchas instalaciones. Además, también se ofrecen tratamientos como masajes, fangoterapia, presoterapia y servicios de estética y belleza.

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