Cordes-sur-Ciel es de esos pueblos que parecen haberse resistido al paso del tiempo. El trazado laberíntico, las fachadas góticas y los talleres artesanos marcan la identidad de esta localidad que esconde la región de Occitania, caracterizada por sus serenos paisaje y pueblos con siglos de historia.
Cordes se renombró a Cordes-sur-Ciel en 1993 por parecer estar "en el cielo", sobre todo en otoño, cuando las nubes bajan y sobre ellas se asoma solamente la parte más alta de a villa. Durante la Segunda Guerra Mundial, esta localidad fue reactivada por numerosos artistas y artesanos. Por ello, la ciudad alberga talleres de ceramistas, sopladores de vidrio, joyeros y se trabaja el cuero o la madera.
Cordes-sur-Ciel: una joya gótica
La fundación de Cordes-sur-Ciel se remonta a 1222 durante, el periodo de las cruzadas. Se considera una de las bastidas más antiguas de la región de Occitania. El pueblo se encuentra encaramado en espolón rocoso, por lo que pasear por él es algo laborioso y se hace sobre calzadas empedradas, pero la distracción de sus fachadas talladas, galerías y talleres artesanos hacen imperceptible el empinado camino.
Arte e historia se dan la mano en este enclave que cuenta con varios museos para explicar mejor estos dos aspectos fundamentales como el Museo Charles Portal y el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Otra pinacoteca es el Museo de los Artes del Azúcar y Chocolate, una exposición sobre tratamiento de estos alimentos junto al laboratorio de Yves Thuriès, un reconocido maestro chocolatero de Francia.
Una parada obligatoria del paseo es el mercado cubierto, se construyó en 1350 para recibir el comercio textil y de cuero. Gracias a un crecimiento del comercio, los mercaderes y nobles construyeron palacios góticos que forman parte del escenario urbano de Cordes-sur-Ciel. El mercado guarda bajo su suelo el pozo de Cordes, de 100 metros de profundidad, y frente a él se alza la Maison du Grand Fauconnier.
Fiesta medieval
Cada verano, Cordes vuelve a sus raíces y se convierte en un verdadera villa medieval. Con las Fêtes Médiévales du Grand Fauconnier las calles se llenan de trovadores, calesas, tragafuegos, malabaristas y se desfilan los ropajes medievales. Renacen viejos oficios como la herrería o la escritura de cartas caligrafiadas y se unen a la festividad al son de panderetas, gaitas o violas de arco, festines y copas de hipocrás, una bebida especiada de la Edad Media a base de vino y miel. Este 2024 la fiesta se celebrará los días 13 y 14 de julio.
Cómo llegar a Cordes-sur-Ciel
Cordes-sur-Ciel se localiza en el departamento de Tarn, cuya capital es Albi, que se encuentra a 25 kilómetros y desde ahí podemos coger la línea de autobús 707. Las ciudades cercanas más grandes son Toulouse a 76 km y Montpellier a 216 km, que cuentan con aeropuertos. Se puede acceder en coche aunque hay que tener en cuenta que los aparcamientos no son gratuitos.
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