El pueblo de película menos poblado en el corazón de Fuerteventura que a su vez es capital histórica de Canarias

Pese a ser considerada como la primera ciudad levantada en el archipiélago, Betancuria nunca se ha parecido a otras ciudades canarias que surgieron en los siglos XV y XVI. Su trama urbana es irregular y dispersa con balcones de maderas en sus casas.
El pueblo menos poblado de Fuerteventura que a su vez es capital histórica de Canarias
Betancuria, en la isla de Fuerteventura
Getty Images/iStockphoto
El pueblo menos poblado de Fuerteventura que a su vez es capital histórica de Canarias

El municipio menos poblado de Canarias, y también el de más baja densidad, es, en sí mismo, una suma única de contrastes. Esta localidad ubicada en el corazón de Fuerteventura, a día de hoy no llega a sumar los 1.000 habitantes, con la población más envejecida, pero si se echa la vista atrás, Betancuria se convirtió en el primer asentamiento europeo en el archipiélago, a lo que se sume el honor de convertirse en la primera capital de Canarias hasta el año 1834.

En medio de su impresionante paraje figura el primer convento, a lo que se suma el hecho de poder en contar con uno de los principales espacios protegidos de la isla, el Parque Rural de Betancuria, con uno de los paisajes desérticos y  montañosos absolutamente sobrecogedores. Sin embargo, alcanzó su mayor pico de popularidad desde que pasara a formar parte de la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, siendo el primero de Fuerteventura, y también, gracias a las redes sociales, pues todo aquel que lo visita, no puede evitar hacer vídeos y fotografías de sus calles.

Betancuria, capital histórica de Canarias

En 1402, tras ocupar el islote de La Graciosa y después Lanzarote, el explorador, comerciante y militar Jean de Béthencourt arribó a las costas canarias. Si bien es cierto que ya lo habían hecho los mallorquines, genoveses y portugueses, este pirata francés y su socio Gadifer de La Salle se dispusieron a repetir la jugada en Fuerteventura. 

Igesia de Santa María de Betancuria
Igesia de Santa María de Betancuria
Frank Bach

A día de hoy, aunque está escasamente poblada, la capital histórica de Canarias, recibe cada día a cientos de visitantes que vienen a ver su campanario: el de la iglesia de Santa María de Betancuria, terminada a finales del siglo XVII. No muy lejos de su centro urbano irregular, con calles adaptadas a la orografía irregular del terreno, y cerca del área de autocaravanas, se encuentran las ruinas del convento de San Buenaventura, el primer cenobio franciscano que levantó en Canarias. A su lado, la ermita de San Diego de Alcalá. 

Parque rural de Betancuria

Pese a su nombre, lo cierto es que también incluye los municipios de Puerto del Rosario, Antigua, Pájara y Tuineje. En total, más de 16.000 hectáreas protegidas en la costa oeste de Fuerteventura. En este lugar privilegiado se pueden observar monumentos naturales de la talla de Ajuy, un acantilado formado por rocas volcánicas repleto de fósiles marinos donde también hay playa de arena negra.

Barranco de Ajuy
Barranco de Ajuy
Getty Images/iStock

Otro espectáculo de la naturaleza es el barranco de las Peñitas, donde se construyó una presa en los años treinta del año pasado y pueden divisarse majestuosas formaciones causadas por la erosión, como el arco de las Peñitas. 

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