En el interior de la provincia de Alicante se sitúa el pueblo de El Castell de Guadalest, también conocido por su versión reducida Guadalest. Se alza en la cima de peñón rocoso ofreciendo unas impactantes vistas de las montañas que lo rodean y del embalse de agua azules que hay bajo él.
A pesar de tener pocos habitantes (aproximadamente 258 en el 2022, según el INE), suele estar muy concurrido al ser una de las localidades alicantinas que atrae a un mayor número de turistas. Además, cuenta con un sorprendente pasado histórico, motivo por el que fue declarado Conjunto Histórico - Artístico y Bien de Interés Cultural.
Una ruta por el pasado histórico de Guadalest
El pueblo está rodeado de escarpadas montañas: a un lado se encuentran las sierras de la Xortà y Serrela; y, al otro, la sierra de Aitana. Cuenta además con un imponente castillo, que sirve de mirador, donde se pueden apreciar unas vistas de impacto de la comarca de la Marina Baixa.
Esta fortaleza se conoce como el castillo de San José y se sitúa en la parte más elevada de Guadalest. Fue construido por los musulmanes en el siglo XI para tener una visión más amplia de todo el territorio y tener controlados a los enemigos. Esto hizo que jugara un papel muy importante durante la Edad Media. Sin embargo, los terremotos de los años 1644 y 1748, junto a la Guerra de Sucesión, hicieron que el castillo quedara devastado y en ruinas.
En este mismo lugar, se encuentra parte de la Fortaleza de la Alcozaiba. De ella solo se conserva una torre que ha sido ha sido restaurada. También se puede apreciar la antigua prisión y la iglesia de la Asunción, levantada en estilo barroco y con una torre campanario.
El municipio se divide en dos barrios, uno se sitúa en lo alto de la montaña, junto al antiguo castillo, y otro, el del Arrabal, en la parte baja. El primero está protegido por la antigua muralla y solamente se puede acceder a él a través de un túnel excavado en la propia roca. Una vez pasado el túnel, lo primero con lo que nos encontramos es la señorial Casa de los Orduña, con un gran escudo en la puerta. Fue construida por una familia vasca y se puede acceder a ella.
El pueblo con más museos
Guadalest, además de ser declarado Conjunto Histórico - Artístico y Bien de Interés Cultural por su sorprendente pasado histórico y belleza paisajística, tiene algo más a destacar y es la cantidad de museos que tiene en su interior.
En primer lugar, se encuentra la Casa de Orduña, seguido del Museo del Belén, adosado a una roca; la casita de Muñecas con maquetas y juguetes antiguos, y el Museo de Microminiaturas, que cuenta con sorprendentes objetos elaborados por Manuel Ussá (uno de los mejores microminiaturistas del mundo), como una pequeña Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja o la Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca.
Y como no, también se encuentra el Museo Microgigante con curiosos objetos como una plaza de toros construida en la cabeza de un alfiler o una Biblia en un cabello. Seguismos con el Museo Histórico Medieval, el Museo de Saleros y Pimenteros (tiene aproximadamente 20.000), el Museo Etnológico y, por último, el Museo de Colección de Vehículos Históricos Vall de Guadalest.
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