Los mejores balnearios para cuidar la piel en Andalucía

Balneario.
Balneario.
nd3000 / iStock
Balneario.

A veces no le damos la importancia necesaria, pero cuidar nuestra piel es algo totalmente imprescindible para mantenernos sanos. Una buena opción es acudir a algún balneario con aguas cloruradas, ferruginosas, sulfuradas, que están indicadas para los tratamientos dermatológicos, como los que encontramos en las villas termales de Andalucía.

Balneario de Chiclana (Cádiz)

En el pueblo de Chiclana de la Frontera, se encuentra el histórico Balneario de Chiclana, que lleva prestando sus servicios desde 1803. Sus aguas cloruradas, sódicas y sulfurada están indicadas para las afecciones dermatológicas como el acné, la psoriasis, la dermatitis atópica, las dermatosis víricas y bacterianas (como el impétigo o el herpes), y las dermatosis con prurito.

Balneario de Graena (Granada)

El Balneario de Graena cuenta con un moderno Hotel Balneario de 4 estrellas y con 59 habitaciones. Aquí las aguas brotan a una temperatura de 42,5º C; son sulfatadas, cálcicas y magnésicas, y están indicadas para ciertas afecciones dermatológicas.

Balneario de La Malahá (Granada)

Balneario de La Malahá.
Balneario de La Malahá.
Patronato Provincial de Turismo de Granada

Las aguas sulfatadas, cálcicas, magnésicas, cloruradas y sódicas de La Malahá han sido utilizadas desde la época de los cartagineses. Y es que desde siempre han sido aclamados sus resultados contra todo tipo de enfermedades de la piel como la psoriasis, la dermatitis atópica, los eczemas, el acné o las alergias.

Balneario de Marmolejo (Jaén)

Balneario de Marmolejo.
Balneario de Marmolejo.
Balneario de Marmolejo.

En el pequeño pueblo de Marmolejo, a orillas del Guadalquivir, nos espera un relajante balneario con aguas minero-medicinales gaseosas, sódicas, sulfatadas, ferruginosas y bicarbonatadas. Además, están indicadas para todo tipo de enfermedades de la piel.

Balneario de Tolox (Málaga)

En el precioso pueblo blanco de Tolox, se encuentran los llamados manantiales de “aguas amargosas” y que desde antaño se han utilizado con fines terapéuticos. A día de hoy, esas aguas carbonatadas, cloruradas, sódicas y magnésicas las podremos disfrutar en su balneario, perfecto para aquellas personas que sufran de dermatitis atópica.

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