Al igual que sucede con España, que cuenta con templos de enorme valor arquitectónico y de fama mundial, como La Sagrada Familia o la Catedral de Santiago, Colombia también presume de tener lugares de culto espectaculares. Y entre todos ellos destaca uno: la Iglesia de Las Lajas, un templo que, por su aspecto de cuento y curiosa localización, se ha convertido en uno de los lugares de turismo y peregrinación más visitados de América Latina.
Una basílica de enormes dimensiones
Situada a 8 kilómetros de Ipiales (Nariño), un pueblo del sur de Colombia (y a tan solo 10 kilómetros de la frontera con Ecuador), Las Lajas está construida en el mismo lugar donde cuenta la leyenda que una niña muda recuperó el habla al ver a la Virgen. Marcada por el encanto y las creencias populares, parece haber salido de un cuento. Es tal su popularidad que se cuentan por miles los fieles y turistas que a diario llegan hasta aquí atraídos por su belleza, pero también por su impresionante localización en un desfiladero sobre el cañón del río Guáitara.
Ángeles a lo largo del puente
Construida en distintas etapas, Las Lajas cuenta con una serie de ángeles flanqueando el puente. Unos representan momentos importantes de la vida de Jesús, y otros, de la vida de la Virgen María. De su fachada llama la atención cierta similitud con la catedral de Siena. El interior está formado por tres naves cubiertas con bóvedas de crucería y decoradas con pan de oro. En el altar se encuentra la imagen de la Virgen del Rosario.
El templo más bello del mundo
Y si la ubicación es impresionante, las dimensiones de esta basílica de estilo neogótico también lo son: 28 metros de altura y una torre de 100 metros que se pueden admirar desde varios enclaves de la zona. Nombrada Monumento y Patrimonio Cultural en 1984, el santuario de Las Lajas también ha sido reconocido como Bien de Interés Cultural y segunda maravilla arquitectónica de Colombia (por detrás de la Catedral de Sal de Zipaquirá). Su fama internacional le llegó en 2015, cuando el periódico británico The Telegraph lo votó como el templo más bello del mundo.
Entorno turístico
Además de visitar a la Virgen, los fieles y turistas que llegan hasta aquí pueden disfrutar del bello entorno desde diferentes panorámicas. Se han construido pasarelas para caminar por las laderas de la montaña y también se ha habilitado el acceso a una cascada. Además, hay un teleférico desde el que se puede admirar toda la belleza de la basílica desde las alturas. La zona también cuenta con museo e incluso un restaurante con vistas al río.
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