En la España más rural, a muchos kilómetros de las grandes ciudades y del constante bullicio de gente, hay localidades que son verdaderas joyas del patrimonio nacional y que dotan de una riqueza inigualable al país. La arquitectura, el entorno, la gastronomía o la historia son solo algunos de los atractivos que los mejores pueblos tienen que ofrecer al mundo, y por ello son dignos de visita. Ese es el caso del municipio riojano de Ezcaray, que ha sido nombrado por National Geographic como el más bonito al que se puede hacer una escapada durante este mes de febrero.
A menos de una hora por carretera de la increíble Logroño se encuentra este pueblo de apenas 2.000 habitantes del que muchos habrán oído hablar por su conocida estación de esquí de Valdezcaray, pero que en realidad oculta unas preciosas estampas en sus calles empedradas y sus históricos edificios que hacen de la localidad uno de los mejores destinos rurales en los que pasar un fin de semana. Relajación, gastronomía de lujo e incluso rutas de senderismo son solo algunos de los alicientes que tiene este increíble municipio.
Su iglesia y su increíble conjunto arquitectónico
Ubicado en el valle del Oja, en plena comarca de Santo Domingo, la villa de Ezcaray tuvo el enorme honor de ser nombrada hace años como la 'Primera villa turística de La Rioja', y es que en esta localidad de la Sierra de la Demanda hay numerosos edificios que la han convertido en un auténtico paraíso rural. El más impresionante de todos es la iglesia de Santa María la Mayor, que data del siglo XVI y que es uno de los pocos ejemplos de estilo gótico aragonés que se pueden encontrar en la comunidad.
Erigida sobre un anterior santuario románico del siglo XII, en la iglesia se combinan elementos de todo tipo de épocas, aunque sin lugar a dudas su mayor reclamo es el impresionante retablo hispano-flamenco que destaca respecto a su única nave. Construida con sillería rojiza típica de la zona, en su interior también se puede encontrar un precioso museo con numerosas reliquias y tallas. Además, a las afueras del pueblo se encuentran dos ermitas, la de la Virgen de Allende y la de Santa Bárbara, que a pesar de su pequeño tamaño, también son dos extraordinarios edificios que cualquier turista no se puede perder.
Otro de los grandes alicientes para visitar Ezcaray es su increíble conjunto de palacios y plazas porticadas. Pasear por las plazoletas con soportales de madera, así como contemplar las numerosas casas de nobles que se encuentran en el pueblo, como la de Torremúzquiz, el palacio del Ángel, el del Arzobispo o el de Barroeta, hará las delicias de quien se acerque a esta localidad histórica a pasar un fin de semana, especialmente si es amante del esquí.
Gastronomía en edificios históricos
Desde un restaurante de Estrella Michelin en una antigua casa de postas, el Echauren (que también es un precioso hotel), hasta un precioso bar en la estación de ferrocarril, Ezcaray se ha erigido como una de las villas riojanas donde mejor se puede comer, y eso ya es decir. Además, hay numerosos establecimientos donde poder degustar el auténtico vino de la cuna de la enología.
La estación de esquí de Valdezcaray
Situada a apenas 14 kilómetros del núcleo de población se encuentra la estación de esquí de Valdezcaray, una de las opciones más baratas de toda España para quienes disfrutan practicando este deporte. En la ladera del pico San Lorenzo hay 22 kilómetros abiertos al público repartidos en 26 pistas, así como unas instalaciones recién renovadas, es idónea para los que pasar un día en la nieve y no quieran gastarse mucho dinero.
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