A primera instancia es chocante que uno de los bosques mejor conservados no solo España sino de toda Europa esté a tan pocos kilómetros de una urbe como Madrid. El monte de El Pardo es una extensión de bosque mediterráneo de casi 16.000 hectáreas, aunque solo 1.000 están abiertas al público.
Una de las razones de su buena preservación es porque el 90 % del área de El Pardo es de acceso restringido porque está considerada de especial protección por Patrimonio Nacional, organismo público dedicado al cuidado y mantenimiento de los bienes históricamente vinculados a la Corona de España.
La riqueza medioambiental de El Pardo
El monte de El Pardo constituye una importante reserva ecológica y biológica como encinar típico mediterráneo. Su relieve es suave, ondulado y se sitúa sobre la vega del río Manzanares.
El árbol predominante es la encina, pero se encuentran también quejigos, enebros, alcornoques, fresnos, sauces. También son comunes arbustos como las jaras, retamas, labiérnagos, romeros y cantuesos.
Respecto a la fauna de El Pardo, es muy interesante desde un punto de vista ornitológico. El monte de El Pardo está enmarcado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), un sello que forma parte de la Red Natura 2000. Especies emblemáticas de la fauna ibérica como el águila imperial y la cigüeña son algunas de las numerosas aves que acoge este monte. Con ellas cohabitan otras como el ciervo, el jabalí, el gamo o el zorro.
Monte real
Este monte ha mantenido una estrecha relación con la Corona española. Su primera aparición en documentos históricos es en el Libro de Montería de Alfonso XI, rey de Castilla en el siglo XIV, en el que elogia estos montes por la caza existente entonces.
Con el paso del tiempo y de la línea sucesoria real, el monte de El Pardo fue adquiriendo reconocimiento como zona de recreación para muchos reyes. Enrique III construyó un pabellón de caza en el año 1405 y la Real Cédula de Felipe II determinó la zona como superficie de protección y la amplió mediante compras de terrenos. A lo largo de los siglos fue un importante coto de caza de los monarcas y algunos expertos atribuyen su buena conservación precisamente por esta relación con la Corona española.
Rutas senderistas por el monte de El Pardo
Hay dos sendas señalizadas y de dificultad baja con vistas panorámicas, ideales para familias en la que se puede apreciar encinas, pinos y jaras. Se pueden realizar todo el año, aunque en otoño es cuando las encinas se llenan de bellotas y las jaras de flores.
La senda de natural de Valpalomero tiene un recorrido de 4,7 km y un desnivel de apenas 35 metros. Se puede aparcar en dos estacionamientos cercanos al inicio, el aparcamiento de Valpalomero y el de la Quinta.
La senda natural de Peñarrubia es de una longitud parecida a la anterior, 4,5 km, pero tiene algo más de desnivel, 75 metros. La senda se puede empezar desde el Área Recreativa de Peñarrubia, con una zona de aparcamiento.
Actividades en el monte El Pardo
El Ayuntamiento de Madrid organiza itinerarios guiados ornitológicos gratuitos. Es un recorrido de tres horas, normalmente sábados o domingos, para avistar las aves más comunes, en especial las relacionadas con el ecosistema fluvial del río Manzanares. Para más información, consultar el portal de Deporte de la web del Ayuntamiento de Madrid.
Cerca del monte está el pueblo de El Pardo. En él hay varios monumentos que se pueden visitar como el Palacio Real del Pardo (antigua residencia del dictador Franco) o la residencia de los Duques de Arco.
Cómo llegar al monte El Pardo
La mejor forma es en coche por la carretera m-605. Hay varios aparcamientos para disfrutar de paseos y rutas por el área pública del monte: el parking Quinta de El Pardo, el Área Recreativa de Peñarrubia y el parking de Somontes. Al barrio de El Pardo es posible llegar en transporte público mediante las líneas de autobús 602 y 602 con salida desde el intercambiador de Moncloa.
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