Especial Semana Santa

La mejores procesiones: arte, tradición y pasión por los cuatro costados

La Semana Santa de Castilla y León es uno de los reclamos turísticos más potentes en toda España.
La Semana Santa de Castilla y León es uno de los reclamos turísticos más potentes en toda España.
JCYL
La Semana Santa de Castilla y León es uno de los reclamos turísticos más potentes en toda España.

Se dice en el mundo cofradiero que hay tantas formas de vivir la Semana Santa como devotos y cofrades. Y todas las maneras de sentirla tienen cabida. Los hay que respiran esta pasión los 365 días del año; a algunos les entra el gusanillo cuando llega la Cuaresma y otros solo se desviven por la ‘semana grande’ cuando los palios y los pasos de los Cristos copan las calles y plazas de su ciudad.

Sea cual sea el modo de disfrutar de esta tradición tan arraigada, todos están de enhorabuena: la Semana Santa de 2023 se postula como la de la total recuperación, después de haber superado la crisis sanitaria por la COVID-19. Vuelven los pregones, las cererías funcionan a pleno rendimiento y los capirotes y túnicas ya están preparados para lo que muchos sienten como el gran momento del año.

"En 2022, muchos tenían aún el recelo propio de la pandemia. Prueba de que 2023 es el año de la recuperación total de la normalidad es que se hayan restaurado los besamanos o los besapiés en las hermandades, los cultos que primero padecieron sus efectos", explica el periodista especializado en Semana Santa en Onda Capital FM, Curro García Liñán.

Andalucía

La piadosa celebración del Santo Entierro Magno en Sevilla es un acontecimiento que solo tiene lugar cuando hay "un motivo de peso que celebrar o conmemorar", indica García Liñán. La última vez fue en 2004, "a causa de los 400 años del decreto del Cardenal, gracias al cual ya se empezó mencionar el nombre de lo que conocemos en la actualidad como Semana Santa" y en donde todas las hermandades realizarían su Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.

Curro García Liñán.

Curro García Liñán

  • Periodista especializado en Semana Santa en Onda Capital FM.

Este año vuelve esta celebración tan importante a la ciudad hispalense. La efeméride, los 775 años de la restauración del culto cristiano en Sevilla tras la conquista del Rey Fernando III. Sin duda, un motivo más para vivir intensamente este culto que paraliza la capital andaluza y una razón de peso para visitarla en el mes de abril.

Las otras provincias de Andalucía no se quedan atrás por la devoción de sus gentes o el arte que está reflejado en sus tallas. En Jerez de la Frontera (Cádiz) destaca El Prendimiento por su imponente árbol olivo, uno de los más grandes de toda la comunidad. Mención especial merece la imagen del Cristo de las Misericordias de Chipiona (Cádiz), cuya leyenda dice que, cuando las aguas inundaron la ciudad debido al Terremoto de Lisboa de 1755, el pueblo sacó esta figura y las aguas amainaron, lo que es considerado como un milagro por parte de los chipioneros más devotos.

Castilla-La Mancha

La Semana Santa manchega cuenta con una devoción absoluta en Cuenca, Hellín y Toledo, las tres con distinción en esta comunidad. El portal especializado Zascandileando destaca las Turbas de Cuenca, una representación de la burla a Cristo cuando iba camino del monte Calvario para ser crucificado al toque de tambores y clarines.

Cuenca, Hellín y Toledo gozan de una distinción especial por su Semana Santa

También declarada de Interés Turístico Internacional es la de Toledo, gracias a sus hermosas procesiones como la Cofradía del Cristo Nazareno Cautivo de Toledo o la Procesión del Santísimo Cristo de la Misericordia y Soledad de los Pobres.

Castilla y León

Su idiosincrasia se fundamenta en una sobriedad que contrasta con imágenes de gran valor y que atraen año tras año a los visitantes. No en vano, se trata de una de las manifestaciones culturales y populares más potentes de toda España, no solo por sus procesiones, también por sus actos.

En general, el silencio y la solemnidad tiñen sus calles durante los desfiles castellanoleoneses. La Carrera de San Juanín en Astorga (León) o La Bajada del Ángel en Peñafiel (Valladolid) son algunos de los muchos momentos emblemáticos que se viven durante la Semana Santa de esta comunidad.

Si acudes a esta región por estas fechas, se recomienda encarecidamente visitar Bercianos de Aliste (Zamora), un pueblo de apenas 200 habitantes, pero que cuenta con el Sermón del Descendimiento y la Procesión del Santo Entierro como claros protagonistas. La visita a la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco también es obligada, ya que cuenta con tallas realizadas por los escultores más relevantes de los siglos XVI y XVII.

La Semana Santa de Medina de Rioseco es una de las más destacadas de la región

Por su parte, La Semana Santa de Soria se caracteriza por cumplir de forma escrupulosa y cronológica con los acontecimientos durante la Pasión de Cristo. Desde el Domingo de Ramos hasta el Jueves Santo, las distintas hermandades procesionan desde sus iglesias sedes hasta la Concatedral de San Pedro. El Viernes Santo, una inmensa procesión congrega a más de 1.000 cofrades y los estandartes de cada cofradía esperan la llegada de la Virgen Dolorosa y del Santo Sepulcro, donde se encuentran con un impactante cante de la Salve.

Murcia

La Semana Santa Murciana también ha logrado la distinción de Interés Turístico Internacional por su mezcla de lo artístico y espiritual. Resalta el Viernes Santo por la mañana, ya que salen a la calle obras del reputado escultor Francisco Salzillo.

Las convocatorias de las cofradías murcianas en los días previos a la salida de su procesión también son reseñables. Algunas llevan acompañamiento de una banda musical y otras hacen sonar los tambores sordos y los carros bocina.

Baleares

Aunque no suela estar entre las más afamadas de España, las Islas Baleares también gozan de una Semana Santa repleta de celebraciones, procesiones y caramelles de Pasqua.

Además de su gran valor paisajístico y gastronómico, numerosas cofradías copan las calles de las islas como los devallaments (representaciones del descenso del Cristo de la Cruz) o los pancaritats, las romerías a diferentes ermitas de Mallorca.

Tradición sin fronteras

Si hay una celebración singular que sea conjunta en múltiples zonas de España, esa es la Fiesta del Judas. También denominada Quema de Judas o Manteo del Judas, se trata de una tradición local de algunos pueblos españoles e incluso iberoamericanos en los que se apedrea, quema o lincha a un muñeco que representa a Judas Iscariote por su traición a Cristo.

La Fiesta de Judas se celebra en muchos puntos de España e incluso de iberoamérica

Pedro Abad (Córdoba), Venta del Moro (Valencia) o Villadiego (Burgos) son solo algunas de las localidades donde se le apedrea; en El Volantín de Tudela (Navarra) se prende con un petardo e incluso en Los Capuchinos Traidores de Algete (Madrid) se saca a procesión una imagen de Judas Iscariote.

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