El termómetro comienza a subir cada vez más y los destinos de playa se convierten en la opción perfecta para disfrutar de la Semana Santa. Con casi 8.000 kilómetros de costa, España es el lugar idóneo para pasar unas vacaciones en remojo. Para que no te las pierdas, hemos elaborado un pequeño listado con algunas de las playas más espectaculares del país.
Considerada la quinta mejor playa de Europa por el portal European Best Destinations, la cala Mitjaneta (Menorca) ocupa una de las posiciones más destacadas. Su agua cristalina y su arena finísima, así como su ubicación entre bosques y acantilados, la catalogan como uno de los enclaves más mágicos de Baleares. Su extensión es reducida, pero a solo unos minutos caminando se encuentra su hermana: cala Mitjana, más espaciosa e igual de magnífica.
Sin dejar estas islas e incluida también entre las top 10 del mundo, está la playa de Ses Illetes (Formentera). Sin carreteras y rodeada de dunas, es una de las más famosas del archipiélago balear por su lengua de arena blanca y su hipnótico azul turquesa.
Playas paradisíacas en el archipiélago canario
Siguiendo con este recorrido por paisajes únicos, parece casi obligatorio detenerse en las Islas Canarias. Conocidas por su clima envidiable y la belleza de su entorno, no podía faltar una ruta entre volcanes que termine con un relajante baño en la playa de Güi güi (Gran Canaria).
Aunque no es de fácil acceso, sus subidas y bajadas durante cinco kilómetros merecen mucho la pena. Al final del trayecto te encontrarás con la recompensa de un paraíso virgen impresionante y prácticamente desierto.
Escondida también entre formaciones volcánicas, la playa de Papagayo es una de las experiencias más recomendables de Lanzarote. Instalada dentro del Monumento Natural de los Ajaches, su contorno en forma de media luna es una pequeña bahía de aguas tranquilas con un característico color verde esmeralda.
Aguas azules con una rica vida marina
Mucho más sencillo resulta llegar hasta la playa de Maro (Nerja), una de las mejor valoradas de Málaga y Andalucía. El hecho de que el entorno esté protegido y que se prohibiera la pesca ha permitido que esta sea una zona fantástica para practicar esnórquel, submarinismo y otros deportes acuáticos, como piragüismo y kayak, debido a su gran vida marina y a las cascadas y cuevas que hay distribuidas a lo largo de la costa.
Otro enclave privilegiado que se emplaza a poco más de 50 kilómetros es la playa del Peñón del Cuervo. Famosa por la celebración de conciertos y moragas durante todo el año, es ideal para pasar un día en familia o con amigos.
Las playas de Murcia tienen un elevado valor ecológico y se caracterizan por su estado casi virgen
En Murcia, las playas y calas de la región de Calblanque también son espacios naturales de gran valor ecológico y paisajístico, siendo de mayor interés turístico aquellas que discurren entre Puntas de Calnegre y Cabo Cobe. Todas ellas se caracterizan por su estado casi virgen y el contraste del azul del mar con las dunas fósiles y los macizos montañosos que lo bordean.
La playa Amarilla (Águilas) es un pequeño paraíso muy rico en restos arqueológicos. En honor a su nombre, luce una arena fina y dorada que es, precisamente, lo más singular de la misma. Aunque su agua transparente invita también al buceo, la recordarás siempre por la silueta de la Isla del Fraile que se encuentra justo enfrente.
Belleza natural que brilla con luz propia
Paramos ahora en la Comunidad Valenciana para hablar de cala Granadella (Xàbia), elegida en varias ocasiones en los rankings como la más bonita de España. A pesar de ser una playa de aspecto salvaje, cuenta con varios servicios e instalaciones que la ensalzan como una de las preferidas para los alicantinos y visitantes. De hecho, la Bandera Azul ondea de manera ininterrumpida en su arenal desde el año 1989.
Con una extensión de unos 160 metros, esta joya está bañada por aguas cristalinas y cantos rodados blancos, por lo que se recomienda ir equipado con escarpines.
Continuamos avanzando por el litoral mediterráneo para adentrarnos en la belleza de la Costa Daurada, denominada así porque las playas de Tarragona brillan con luz propia bajo el sol.
La playa de Tamarit, localizada en el municipio de Altafulla, está catalogada como una de las mejores de la zona. A los pies de un castillo romano del siglo XI y rodeada por acantilados y bosques de pino, sus aguas azul turquesa poco tienen que envidiar al mar Caribe.
Pero si quieres descubrir un lugar que condensa maravillas naturales que te sorprenderán, tienes que desplazarte a l’Ametlla de Mar, donde se encuentran cala Vidre y cala Forn. Ambas son conocidas por la transparencia y la calma de sus aguas, perfectas para desconectar y practicar actividades acuáticas, como un baño con atunes.
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