Si hablamos de móviles plegables, Samsung sigue siendo la marca de referencia y el rival a batir. No obstante, la competencia ha aumentado considerablemente y otros fabricantes, siguiendo el canon que introdujo, han incorporado innovaciones que han obligado a los surcoreanos a no limitarse a depurar sus dos conceptos. Con el Galaxy Z Flip5 y el Galaxy Z Fold5, la compañía manda un mensaje a terceros y reafirma su posición de liderazgo.
Esta es la sensación que dejan las primeras impresiones de su nueva generación de plegables. Samsung invitó a 20Bits, al igual que a otros medios, a una sesión especial individualizada enfocada a conocer de cerca y empezar a familiarizarse con las novedades de su último Unpacked, incluidos los relojes (Watch6 y Watch6 Classic) y las tabletas (Tab S9 Ultra, S9+ y S9). La aproximación inicial (luego tocará el análisis en profundidad) manifiesta que Samsung ha potenciado más de lo habitual sus dos smartphones, sobre todo el Z Flip5.
Samsung Galaxy Z Flip5
A la marca se le suele reprochar que, dentro de los lógicos avances, a menudo sus evoluciones remiten más de la cuenta a lo reconocible, si bien esa falta de sorpresa queda luego aplacada por la sugerencia que ejerce su despliegue tecnológico. Sin embargo, esta vez la dinámica ha cambiado, ya que desde el continuismo el Z Flip5 da un verdadero salto.
El Fold fue el primer modelo plegable de Samsung, si bien el de más éxito y el que más atención concentra es el Flip debido a su tamaño de bolsillo y a su estilosa condición. Cada generación Flip ha gustado, aspecto notorio con el Flip3 y con el Flip4, y 20Bits aventura que el Galaxy Z Flip5 va a seducir todavía más por su renovada pantalla exterior.
Antes el pequeño panel de la cubierta resultaba atrayente pero se quedaba algo corto en cuanto a sus posibilidades, pero ahora Samsung lo amplía tanto en tamaño como en funcionalidad. Sin duda el movimiento se debe a la seria competencia representada en los plegables de bolsillo con panel secundario más grande, tendencia iniciada con el OPPO Find N2 Flip. Samsung no quería verle las orejas al lobo y pasa de la pantalla Super Amoled de 1,9 pulgadas a una Super Amoled de 3,4 pulgadas, y además con una forma de carpeta (por la manera en que 'esquiva' las cámaras) que le confiere un aspecto distintivo.
La pantalla, destinada preferentemente a las notificaciones, permite usar los ajustes rápidos y los widgets clásicos, base a la que añade un mayor juego como indican los lanzamientos de llamadas sin necesidad de abrir el teléfono, el acceso directo a los seis contactos que uno decida y la compatibilidad en este marco con apps de Google y de terceros como WhatsApp y Netflix. Sí, muestra los chats tal cual y puede verse un capítulo de una serie en la propia cubierta.
El incremento de la funcionalidad lleva aparejada la integración de un teclado, por cierto bastante más cómodo de manejar de lo que podía pensarse. Asimismo, el mayor tamaño de pantalla implica una mejor experiencia al hacerse selfis con las cámaras que al desplegar el móvil quedan en la trasera, que heredan la tecnología de los S23.
Otro cambio significativo reside en la bisagra. Samsung buscaba plasmar un pliegue perfecto cuando el Flip está cerrado, y lo ha conseguido. En los modelos previos el pliegue seducía, aunque hacía un efecto visual de 'pinza'. Aquí introduce una bisagra de tercera generación que usa una tecnología de gota de agua, la cual propicia un pliegue 'limpio'.
Los cambios en la bisagra traen un menor grosor cuando está plegado (15,1 mm frente a los 17,1 mm del Flip4), mejor ergonomía, una estética más depurada y también conllevan que el pliegue de la zona flexible de la pantalla principal, que se sigue notando, sea menos marcado. Cuando se abre, el Galaxy Z Flip, con solo 6,9 mm de grosor, exhibe una pantalla similar a la precedente, una Dynamic Amoled 2X de 6,7 pulgadas con resolución FHD+ y fluidez de 120 Hz.
En lo que la marca continúa sin mover ficha es en la carga rápida. Desde Samsung admiten su conservadurismo al respecto. Mantiene los 25W, velocidad que soporta su batería de 3.700 mAh, capacidad que el Flip revalida por el condicionante del tamaño bolsillo.
Samsung Galaxy Z Fold5
Si el Z Flip5 da un salto dentro de los rasgos reconocibles, el Samsung Galaxy Z Fold5 enlaza con las evoluciones y la potenciación sin salirse del continuismo. A su vez, transmite la 'madurez' tecnológica alcanzada por Samsung en sus dispositivos plegables.
La experiencia al estilo Samsung del plegable convertible en una tableta compacta sigue siendo un auténtico placer. Como se sabe, plasma otro concepto de plegable (la apertura tipo libro) y responde a los gustos de otro perfil de usuario.
Al igual que su hermano de bolsillo, el Z Fold5 ofrece también un pliegue perfecto con la bisagra con tecnología de gota de agua. En esta línea, resulta llamativa la reducción del grosor: 13,4 mm cuando está cerrado (antes 15,8 mm) y 6,1 mm desplegado (6,3 mm).
La pantalla de la cubierta vuelve a caracterizarse por las 6,2 pulgadas (Dynamic Amoled 2X, HD+, 120 Hz) y la principal, por las 7,6 pulgadas (Dynamic Amoled 2X, QXGA+, 120 Hz). Este panel luce por cierto una pantalla 'invisible' bajo la pantalla más depurada.
El Galaxy Z Fold5 viene con un software que da más juego en cuanto a la multitarea, apartado que además de permitir más funcionalidades se ha vuelto más intuitivo, con el aliciente que reviste la cuestión. Samsung ha rediseñado la barra de tareas, con más iconos, y cuida las opciones de formato de pantalla y los gestos para ocultar ventanas y arrastrarlas.
Este plegable-tableta, con batería de 4.400 mAh y con el mencionado ‘mal endémico’ de Samsung con la carga rápida, cuenta con un accesorio atrayente, la funda (Slim S Pen Case) con el S Pen Fold Edition, el único lápiz compatible. Otros, aunque sean Samsung, pueden dañar la pantalla. Como suele ocurrir, presenta el inconveniente de que se vende por separado.
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