La nomofobia es un término que proviene de la lengua inglesa -no hay que confundirlo con la adicción al móvil- y que en la última década se ha puesto de moda por razones obvias. Responde al miedo irracional a no tener el teléfono móvil en la mano, sobre todo cuando la persona se encuentra fuera de casa y que, por lo que sea, por ejemplo, se le ha olvidado el smartphone en casa.
La nomofobia, un problema para los españoles
Esta adicción al teléfono móvil puede suponer una causa de estrés y ansiedad, lo cual puede manifestarse cuando se agota la batería del teléfono, se avería o no es posible utilizarlo por alguna otra causa. Así lo demuestran los datos en nuestro país. Preguntados en España por si creemos que debemos reducir el uso del móvil, el 16% considera que se lo plantea muy a menudo, y un 21,8% a menudo. Un 31% lo hace "a veces", mientras solo el 13% no lo hace nunca.
En total, el 69% de los españoles cree que debería reducir su uso. El estudio llevado a cabo por la plataforma de idiomas Preply, otorga mayor preocupación a las mujeres, con una puntuación de 6,5, que a los hombres respecto a la necesidad de reducir su uso (6). La Gen Z, jóvenes entre 16 y 24 años, (6,9) es más consciente de su nomofobia, seguidos de cerca por los millenials de entre 25 y 34 años (6,8). En el extremo contrario, los mayores de 65 cierran la lista (5).
¿Qué es la nomofobia y cómo se cura?
Desde Nascia dan una serie de recomendaciones para tratar de superar la nomofobia, sobre todo, en los meses de verano, cuando esta puede verse incrementada. Lo primero que hay que hacer es ser consciente de la necesidad de descanso efectivo en las vacaciones y repasar aquellas llamadas, mensajes o aplicaciones que contribuyen a aumentar estrés y hacen que no se pueda desconectar.
Así, una vez hecho esto, es importante dejar el teléfono en casa cuando se va a realizar alguna actividad, sobre todo, en verano, cuando se sale a la playa o a la piscina. De este modo, se podrá disfrutar más del tiempo con familiares o amigos. También es recomendable establecer una serie de horas de funcionamiento y encendido de los dispositivos, tratando de que el horario nunca sea justo antes de ir a dormir. Así, se puede encender y, durante media hora, revisar llamadas y contestar a los mensajes.
A la hora de ir a dormir, el uso de dispositivos tecnológicos puede provocar insomnio. De este modo, no hay que emplear tiempo antes de dormir para mirar el móvil o tablet, ya que obstaculiza el descanso. Un consejo es dejarlo en otra habitación y usar como alarma un despertador manual.
Señales para detectar la nomofobia
Como el uso del móvil está muy generalizado y es raro encontrar a alguien que salga de casa sin él o que no tenga posibilidad de usarlo, en ocasiones es difícil detectar los casos de adicción al móvil y de nomofobia. De este modo, existen una serie de síntomas más comunes que pueden ayudar a detectarlo. Son los siguientes:
- Palpitaciones
- Sensación de ahogo
- Angustia
- Desesperación
- Alteración del sueño
- Revisar el teléfono innumerables veces
- Malas relaciones interpersonales
- Falta de atención a lo que ocurre a su alrededor
En cualquier caso, desde Sanitas, además, indican también otras formas de reconocer que una persona tiene nomofobia, ya que actúa de la siguiente forma:
- Mira constantemente su móvil para ver si ha recibido algún mensaje.
- Roba horas al sueño para sumergirse en las redes sociales.
- No quiere ir a ningún sitio en el que no haya cobertura.
- No apaga el móvil en ningún momento.
- Siempre está pendiente de localizar un enchufe que le permita recargar la batería.
Comentarios