Molli es un dispositivo de diagnóstico que aborda el tratamiento y diagnóstico del cáncer de mama. Este aparato es más pequeño que grano de arroz, facilita la localización de tumores y localiza lesiones mediante la inserción de una cánula en el pecho para ubicar el tejido anormal.
Para introducir a Molli en el cuerpo humano, se requiere una coordinación necesaria entre el cirujano, radiólogo, patólogo y paciente; no obstante, funciona de manera diferente a la localización guiada por cable o alambre.
El método tradicional precisa que el tumor sea identificado el mismo de la intervención quirúrgica, convirtiéndose en una cirugía bastante larga que prescinde de una sonda en el pecho, aunque hay que añadirle el cable que en determinadas ocasiones puede generar molestias o dolor.
Respecto a Molli, se implanta un marcador de tejido que ubica el tumor al emitir señales a un dispositivo llamado 'varita', teniendo en cuenta que el proceso dura cinco minutos y apenas se nota su inserción.
El producto informa del lugar donde está ubicado el cáncer y su correspondiente tamaño, además, no utiliza radiación e incrementa la seguridad de los pacientes porque el sistema es portátil y la visualización de la enfermedad se puede ver desde una tablet.
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