Los perros robots son un factor clave de los cuerpos de seguridad en las ciudades de todo el mundo, pero más allá de las tareas de vigilancia, pueden lanzar llamas o realizar tareas de inspección. Por poner varios ejemplos, estos dispositivos se pueden encontrar en Málaga (España) como ayudantes de la Policía Local, en las calles de Nueva York (Estados Unidos) para patrullar la ciudad o, incluso, en Marte para explorar la superficie marciana. No obstante, para ampliar su infinidad de aplicaciones, el Mando de Operaciones Espaciales de las Fuerzas del Cuerpo de Marines de Estados Unidos (MARSOC, por sus siglas en inglés) ha probado nuevos perros robots que están equipados con sistemas de armas.
Dichos cuadrúpedos, desarrollados por la compañía Ghost Robotics, pueden incorporar rifles con detección de objetivos por inteligencia artificial (IA) en el lomo, se pueden usar en entornos urbanos y naturales para llevar a cabo aplicaciones de defensa, alcanzan una velocidad máxima de tres metros por segundo, pesan 51 kilos y pueden cargar con hasta diez kilos –como, por ejemplo, el rifle SENTRY de Onyx Industries–.
Al hilo del fusil mencionado, dicha arma es un "sistema de armas remoto (RWS, por sus siglas en inglés) multifuncional diseñado para ser un multiplicador de fuerzas en misiones de cero fallos". Además, Eric Shell, Head of Business Development de Onyx Industries, afirma al diario The War Zone que este RWS puede "escanear, detectar, clasificar, rastrear e informar de forma autónoma sobre cualquier amenaza para una acción táctica rápida y eficaz. E incluso puede desplegarse en una posición de vigilancia o de negación del terreno para proteger a las fuerzas amigas en el fragor de la batalla".
Además, para probar las capacidades de este rifle, un perro robot ya monta un SENTRY de calibre, mientras que el otro dispara cartuchos. Shell confirma que ambos cuadrúperdos están "trabajando en túneles, así como en la seguridad del perímetro"; teniendo en cuenta que, en cualquier situación, no son capaces de disparar de forma autónoma, ya que la decisión recae en manos de los operadores.
Sin embargo, si bien la tecnología incorporada de los perros robots aún se encuentra en las primeras etapas de prueba y evaluación, estos dispositivos tienen el potencial de proporcionar capacidades de reconocimiento y seguridad para reducir los riesgos para el personal humano en entornos peligrosos. No obstante, a medida que los sistemas robóticos armados sigan evolucionando, será crucial abordar las preocupaciones éticas y garantizar que su uso se ajuste a las políticas establecidas y al derecho internacional.
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