Un grupo de investigadores de la Universidad de Sejong (Corea del Sur) ha desarrollado un sistema de luz infrarroja que transmite 400 mW de potencia a 30 metros de distancia para cargar dispositivos sin enchufes y cables.
Este método basado en la carga láser distribuye los componentes ópticos entre el transmisor y receptor de la señal para que se reconozcan el uno al otro, además, el procedimiento requiere que el emisor establezca una línea de visión con el fin de crear un puente energético con el destinatario.
Como medida de prevención, el sistema se cambia automáticamente a un modo seguro que rebaja la potencia de la señal cuando detecta un obstáculo. Por otro lado, los investigadores han empleado una fuente de energía óptica con una longitud de 1.500 nanómetros que no supone ningún riesgo para el ojo humano o la piel.
Dicha innovación reduce la señal e incluso la puede bloquear cuando el sistema detecta que una persona se ha interpuesto entre los equipos. El funcionamiento se parece a los láseres tradicionales, pero la única diferencia radica en la integración de los componentes ópticos.
El resultado se ha compartido en un estudio de Optics Express y muestra la posibilidad de transferir un total de 400 mW de potencia a una distancia de hasta 30 metros, no obstante, el receptor logró que la señal se convirtiera en 85 mW de energía útil.
Los investigadores creen que pueden optimizar la eficiencia del receptor, desarrollar un sistema que cargue varios receptores simultáneamente y permitir que la transmisión de energía sea suficiente para cargar móviles o tablets.
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