Párese a pensar un momento y pregúntese: en su trabajo, en su tiempo libre, ¿qué usa más, su teléfono o un ordenador tradicional?, ¿es más dependiente de un puñado de ‘apps’ o de un sistema operativo con sus ventanas y sus programas?. Si es de los que cree que podría hacerlo todo con el móvil, pero su problema es que la pantalla es muy pequeña y que echa en falta el teclado y el ratón para ser más productivo, puede que su equipo ideal sea un Chromebook, un portátil con la versión de sobremesa de Android, el sistema operativo para ‘smartphones’ de Google.
El Lenovo IdeaPad Flex 5 es uno de los más capaces y versátiles del mercado. Aunque también uno de los más caros. Por un precio que parte de los 700 euros, este portátil Androide está disponible en versiones con procesador i3 o i5 y 8 GB de RAM, potencia más que suficiente para ejecutar la mayoría de aplicaciones de la tienda de Google sin tirones ni retrasos.
Navegar por internet con decenas de pestañas abiertas, consultar redes sociales, usar aplicaciones de ofimática de la propia Google o de Microsoft es sencillo, fluido y muy similar al funcionamiento al que el usuario estará acostumbrado en el día a día con su móvil. Además, el contenido multimedia se disfruta especialmente gracias a la pantalla táctil, oled y Full HD fabricada por Samsung que tiene una gran calidad y a unos altavoces con sonido nítido y potente.
Sin embargo, el Flex 5 no es un dispositivo pensado para jugar. Algunos de los títulos de Google Play directamente no funcionan y los que sí que lo hacen, están diseñados para ser disfrutados y manejados en pantallas de pequeño tamaño.
Lo mejor de Chrome OS, el sistema operativo basado en Android y reescalado a formato de escritorio, es que cuenta con el potencial de todas las ‘apps’ de la tienda virtual de Google y que resultan familiares y sencillas a muchos usuario, pero lo malo es que muchas de ellas se no se ejecutan a pantalla completa ni aprovechan todo el espacio de área de trabajo de un equipo de sobremesa, que además se puede conectar fácilmente a una pantalla externa aún más grande.
El diseño de este Lenovo IdeaPad Flex 5 es un auténtico acierto. De aspecto sobrio y elegante, es un dispositivo ligero, fino y muy portátil. Cuenta con una pantalla sin apenas bordes en los laterales y la parte superior, pero con una barbilla negra pronunciada. Un panel multitáctil que gira 360 grados para convertirse en ‘tablet’ a demanda del usuario y que tiene un acabo brillante muy vistoso pero amante de las huellas.
La batería dura unas 10 horas y en reposo es capaz de aguantar días o incluso semanas esperando a ser usado. Tiene 2 conectores USB-C –uno de los cuales sirve para cargarlo–, un USB tradicional, jack de auriculares y una ranura para Micro SD.
El teclado es de gran calidad y, como no podía ser de otra manera en un equipo de Google, cuenta con una tecla dedicada específicamente a la búsqueda y diversos accesos directos muy útiles en el día a día. El ‘trackpad’ funciona muy bien pero no es tan grande como el de un Macbook.
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