Una experta en IA predijo que esta tecnología nos ayudaría a "ser más sanos, mejores personas o pasarlo mejor", ¿se ha cumplido?

Los investigadores de inteligencia artificial llevan años enfocados en tecnología que la aplique y, ahora, comienza a poder usarse a nivel usuario.
Los investigadores de inteligencia artificial llevan años enfocados en tecnología que la aplique y, ahora, comienza a poder usarse a nivel usuario.
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Los investigadores de inteligencia artificial llevan años enfocados en tecnología que la aplique y, ahora, comienza a poder usarse a nivel usuario.

El concepto inteligencia artificial que hoy nos parece tan cotidiano no lo era tanto hace cuatro años, cuando pensábamos que este tipo de tecnología aplicado a nuestro día a día iba a tardar en llegar. Como pasa ahora, el debate entre expertos también se dividía entre los que creen que lo que se avecinaba era un peligro para la humanidad y los que consideraban que sería una revolución que traería cosas buenas. En este último lado de la balanza se encontraba la española experta en IA Yolanda Gil, directora de tecnologías del conocimiento en el Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad del Sur de Carolina (EEUU), que en octubre de 2019 vaticinó que los avances en este campo servirían para proteger mejor nuestro entorno y curar enfermedades y afirmaba que iba a "revolucionar nuestro comportamiento diario". 

El discurso de hace cuatro años de los expertos parecía lejano, justo lo contrario que ahora, tras el lanzamiento de ChatGPT, Midjourney, DALL-E, Bard, las deepfakes y más novedades prometedoras que están por llegar. Pero, ¿qué opinan los expertos sobre el camino que la IA está tomando en su desarrollo? ¿Gil tenía razón para ellos? En 20Bits, hemos preguntado a algunos profesionales del ámbito para que hablen de las ideas que se tenían en 2019 y ver cómo han evolucionado en la práctica con el tiempo.

Las expectativas de 2019 vs. las perspectivas de 2022

Hace casi 4 años, "la llegada generalizada de los primeros Transformers auguraba un futuro emocionante para la IA", aclara Francisco Ruiz, Director en Stratesys. Este experto cree que dicha tecnología ha superado las expectativas que se tenían, evolucionando "a un ritmo asombroso", con conceptos como la multimodalidad o los chain of thoughts "cambiando las reglas del juego".

El uso de IA en 2019 se planteaba como una manera de mejorar sistemas ya existentes, según Victoria Corral, Strategic Growth Leader, de Solver IA, empresa especializada en el campo, formada por profesores y expertos de la Universidad Politécnica de Valencia. Se buscaba reducir la intervención humana con la automatización de tareas repetitivas.

Juan Ignacio Rouyet, Doctor en Informática e Ingeniero de Telecomunicaciones y Presidente del think tank 'We The Humans', que busca soluciones éticas para la IA, cuenta que, en 2019, dicha tecnología "se encontraba en los procesos operativos de las empresas y los sistemas de recomendación, para los análisis sobre los riesgos de una hipoteca, la probabilidad de un reo de volver a delinquir o te ofrecía recomendaciones en tus redes sociales".

Rouyet cree que se podría incluso hablar de "una IA oculta". Sin embargo, eso estaba a punto de cambiar. Ese año, recuerda Ángel Galán, Director del Área de Data Science e Inteligencia Artificial en IMMUNE Technology Institute, fue cuando Google presentó Bert y Google Duplex y OpenAI sacó ChatGPT-2. También se habló Nvidia Clara y Microsoft Healthcare Bot, para el análisis de diagnósticos médicos, y Autopilot, para la conducción autónoma de Tesla.

En los últimos meses, el desarrollo de IA se ha acelerado. Corral habla de una "explosión increíble que ha cambiado el paradigma": "Había unos pequeños intentos en la generación de imágenes, muy escasos y sencillos, y algo de generación de texto, pero no de la forma que en la actualidad conocemos con el potencial que tiene, por ejemplo, ChatGPT en texto y Midjourney en imágenes, entre otros". "Se espera que su impacto siga creciendo en áreas como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural, la visión por computadora y robótica", vaticina Galán.

¿Los cambios han llegado antes de lo esperado?

Corral recalca que la comunidad de IA es muy activa y que la investigación, desarrollo e inversión, pero solo se está consiguiendo que vaya "más rápido en su proceso de aceptación y crecimiento" de lo esperado. Galán explica que "estamos muy lejos del tipo de inteligencia artificial que Kubrick imaginó que tendríamos en 2001".

El filme de Kubrick presenta un ordenador con IA que se rebela contra su creador.
El filme de Kubrick presenta un ordenador con IA que se rebela contra su creador.
Odisea en el Espacio

Por su parte, Rouyet menciona que en los años 50 fue cuando por primera vez una IA pasó el Test de Turing (bajo ciertas condiciones). Y desde entonces hasta ahora, apenas ha habido hitos "espectaculares" por lo que "no parece que vayamos muy deprisa".

A corto plazo, los expertos hablan de apps para generar textos, música y vídeos, e incluso contenido web, código o texto jurídico (con supervisión humana). También comentan una posible implementación en aparatos de uso cotidiano, como televisores, móviles, sistemas operativos, coches y electrodomésticos. 

Ruiz considera que, en poco tiempo, la IA podría "experimentar una revolución similar a la que vivió el sector textil en el siglo XIX". Los otros entrevistados coinciden en apuntar que es difícil pronosticar a largo plazo lo que la IA tiene para dar. Sin embargo, Galán cree que podría combinarse con otros campos de conocimiento, como la biotecnología, la genética o la computación cuántica; Corral apuesta por "una especie de autoconsciencia de la IA"; y Rouyet alerta que "de nosotros depende" que la IA afecte o no "a la veracidad de los hechos y de forma masiva al empleo".

Lo dicho por Rouyet, sobre el problema que puede generar la IA por la desinformación, es una seria preocupación que se está debatiendo en los últimos meses. Todos los expertos coinciden en marcar cómo importante la legislación al hablar del futuro en IA.

Las opiniones sobre las afirmaciones de Gil

La española experta en IA Yolanda Gil, mencionada al principio de esta publicación, destacó hace casi cuatro años por pronosticar una revolución del comportamiento diario a raíz de la IA. Galán destaca el "impacto significativo" que ha habido en la personalización de las recomendaciones, la traducción automática, la seguridad cibernética, el ecommerce, etc.

"Hace unos años teníamos que explicar qué era la IA a nuestros clientes, hoy explicamos cuáles son los resultados y cómo se hacen proyectos que tengan valor real en la cuenta de resultados de las empresas o en la vida de los trabajadores y personas", señala la profesional de Solver IA.

De momento, estamos viendo como la IA está apareciendo "de manera tan sutil que apenas nos damos cuenta", señala Ruiz. Por ejemplo, explcia que hay cambios en la forma en la que buscamos información, en la que interactuamos con dispositivos y aplicaciones, en la que compramos, en la que aprendemos y en cómo nos entretenemos. 

La revolución del comportamiento diario humano, según Rouyet, depende de los humanos: "La podemos usar para engañar o para crear una sociedad mejor". De hecho, en el ámbito de la sanidad, resalta que ya está dando sus frutos, ya que "permite crear nuevas moléculas para posibles medicinas y es capaz de detectar enfermedades con mayor antelación".

Según Corral, en el ámbito de la medicina es posiblemente en el que más se ha avanzado. Se usa para "modelizar datos estructurados de análisis clínicos o estadísticas y datos no estructurados como imágenes o vídeos para el diagnóstico precoz".

"Ya en 2020 el equipo de Google Health público en la revista Nature que habían desarrollado un algoritmo que mejoraba sensiblemente el diagnóstico y detección del cáncer de mama, y lo hacía sencillamente analizando las imágenes de las mamografías -detalla Galán-. Esto es algo que conocemos desde hace tiempo, y, sin embargo, estos sistemas aún están lejos de implantarse en los procedimientos clínicos. Obviamente, implantarlos no supondrían sustituir el criterio de un experto, sino que estarían ayudando y aportando información adicional, permitiendo llamar la atención sobre elementos que pueden escaparse al ojo humano".

No obstante, Galán apunta que todavía es difícil evaluar el alcance exacto de la revolución de la que hablaba Gil y "aún estamos lejos de incorporar la IA en procedimientos donde realmente podrían mejorar y llegar a salvar vidas".

Otros ámbitos en los que la IA tiene cabida

El director de Statesys ha enumerado una lista de otros campos en los que la inteligencia artificial se está haciendo un hueco:

  • Educación: personaliza el aprendizaje, identifica áreas de dificultad y adapta el contenido para una mejor absorción de conocimiento.
  • Agricultura: imagina robots con la capacidad de identificar y tratar enfermedades de las plantas, o de recoger frutas maduras sin dañarlas. 
  • Industria: los procesos productivos podrían optimizarse aún más, desde la automatización de tareas hasta la mejora en la eficiencia y reducción del desperdicio.
  • Transporte: los vehículos autónomos que se comunican entre sí para optimizar las rutas y mejorar la seguridad son solo un atisbo de lo que la IA puede lograr.
  • Finanzas: la detección temprana de fraudes y mejora la toma de decisiones de inversión.
  • Entretenimiento: recomendaciones personalizadas o la creación de música y arte generados por IA.

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