Concebidas como monedas virtuales que pretenden asimilarse a una divisa normal, las criptomonedas nacieron en octubre de 2008, con el lanzamiento de la primera moneda digital, el Bitcoin.
Víctor Semenyako
- Analista de Operaciones de Brokerage de la empresa HeyTrade.
Origen completamente digital
Las criptomonedas tienen un origen completamente digital, basado en la tecnología blockchain y que permite operar de una forma más segura que la gran mayoría de transacciones existentes.
Boom desde 2010: Bitcoin, Litecoin, Ethereum, Cardano...
Este tipo de activos ganó mucha popularidad a mediados de la década de los 2010. Aparecieron alternativas al Bitcoin, como Litecoin, Ethereum o Cardano, y muchos líderes de opinión alardeaban de haber adquirido ‘el dinero del futuro’.
Como ocurre con todo producto nuevo, las criptomonedas tuvieron un ‘boom’ enorme que no pudo escapar de la volatilidad que los caracteriza. Y tras llegar a la cima de la montaña rusa, la burbuja estalló. A finales de 2021, el valor del Bitcoin comenzó a descender desde los 56.000 euros hasta los poco más de 15.000 euros que costaría adquirir un bitcoin hoy. Pero esto tiene una explicación.
Inflación disparada y conflictos geopolíticos
En un contexto como el actual, con la inflación disparada y conflictos geopolíticos muy complejos es completamente entendible que un activo tan incipiente y volátil como las criptomonedas esté atravesando una mala racha, o en la jerga cripto, un ‘cripto invierno’: largos periodos de pérdidas y con pocas expectativas de recuperación a corto plazo.
De cara a 2023 y presumiblemente 2024, seguiremos pasando frío en el mundo cripto, pero como en el resto de los mercados. Próximamente se cerrarán los flecos en torno al reglamento MiCa en la Unión Europea, y todas las compañías y monedas creadas hasta ahora deberán adaptarse a la nueva ley para poder seguir desarrollándose. Esto es algo positivo, servirá para mantener un mercado mucho más serio, seguro y consolidado dentro del mundo de las inversiones.
Es muy probable que el valor de las criptomonedas siga experimentando bajadas este año y vuelva a subir a medio-largo plazo, aunque presumiblemente no tan bruscamente como en 2021 y mostrando menos volatilidad que hasta ahora.
Comenzar a invertir sin morir en el intento
Lo primero que debes tener en cuenta si quieres invertir en cripto, será su volatilidad. Si no eres un inversor experto quizás debas plantearte si estás preparado para asumir ese riesgo, e incluso analizar tu capacidad emocional y de firmeza ante momentos de bajadas, bastante comunes entre estos activos.
Si quieres comenzar a invertir y aún no tienes mucho bagaje, una buena opción es ceñirse a cinco pilares básicos:
Consejos para invertir en criptomonedas
1. Fórmate. No confíes tus ahorros a las recomendaciones de tu cuñado o un tutorial de YouTube. Hay centenares de cursos sobre inversión y administración de finanzas que te ayudarán a adquirir los conocimientos básicos para comenzar a invertir de forma segura.
2. No quieras correr. Igual que puedes pasarte meses buscando una casa para comprar, no te lances a invertir sin haber dedicado largas horas a informarte y aprender sobre las inversiones. Es un mundo complejo y debes tener todas las herramientas y conocimientos necesarios antes de adentrarte en él.
3. Analiza tu capacidad de riesgo. Ten muy claro qué tanto por ciento de tu dinero puedes invertir y, sobre todo, cuánto puedes permitirte perder.
4. Márcate objetivos. Pregúntate para qué quieres invertir. Para comprarte un coche; una casa; para la jubilación… dependiendo de tu objetivo deberás optar por una estrategia u otra.
5. Diversifica. Los porfolios con menos riesgo son aquellos que no se reducen a un par de acciones en las que has metido todo tu dinero. Porque podrías perderlo todo de golpe. Repartir dichas acciones en valores de riesgo medio-bajo y un par de activos de cierto riesgo es una de las estrategias más seguidas por los inversores expertos.
En cuanto a buenas opciones para empezar, una de ellas son sin duda los ETFs o fondos cotizados en bolsa. Este tipo de producto es un fondo de inversión cuya principal característica es que se negocia en mercados de valores secundarios. Esto quiere decir que replicará parcial o totalmente el movimiento de un índice concreto, como puede ser el IBEX 35 o el DAX alemán. Es un producto que se caracteriza principalmente por su diversificación, ya que no corresponde a una compañía concreta, sino a aquellas que se mueven en una Bolsa determinada.
Este tipo de fondos acarrea un menor riesgo que otro tipo de activos, como pueden ser las criptomonedas, precisamente por la diversificación de la que hablábamos antes. Además, la oferta de ETFs es cada vez mayor, y podemos encontrar opciones muy interesantes, como algunos especializados en sostenibilidad, crecimiento demográfico, o sobre el agua, áreas que sin duda seguirán creciendo en valor en los próximos años.
Una vez se vaya adquiriendo experiencia, lo aconsejable es tener una cartera de valores diversificada, con mayor peso en fondos más conservadores como los ETF, y una pequeña proporción de nuestro dinero en activos con mayor riesgo, como las criptomonedas.
Por último, pero absolutamente no por ello menos importante, es esencial que elijas una buena plataforma de inversión. En los últimos años han surgido un sinfín de plataformas de inversión, y cuál elijas marcará sin duda la diferencia.
Asegúrate de que cumple con toda la normativa vigente, -mejor si el custodio de tu dinero es en España-; y de que tiene un servicio al cliente local. Créeme, saber que van a estar ahí en todo momento para resolver tus dudas te ahorrará muchos quebraderos de cabeza en el futuro. Así, no solo habrás adquirido los conocimientos necesarios para invertir, sino que lo harás de la mano de una plataforma que de verdad vele por tu seguridad y crecimiento económico.
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