Los teléfonos móviles cada día tiene más usos y se puede hacer prácticamente de todo con ellos. Muchos fabricantes de dispositivos han tenido problemas para colocar sensores de temperatura, tanto en móviles como relojes inteligentes, pero algunos están comenzando a aplicar sensores, como el Apple Watch Series 8 o el próximo Pixel 8 Pro.
Una de las finalidades de añadir sensores térmicos es poder convertir estos dispositivos en termómetros corporales. Unos investigadores de la Universidad de Washington han conseguido hacerlo desarrollando una nueva aplicación llamada FeverPhone.
Esta aplicación es capaz de transformar los teléfonos inteligentes en termómetros sin agregar ningún tipo de hardware nuevo. Para tomar la temperatura de alguien, se coloca la pantalla de un teléfono inteligente en la frente del paciente.
Algunos dispositivos como Apple Watch Series 8 ya pueden medir la temperatura corporal por los sensores que tiene integrados. Pero, desde la compañía, insisten que todavía no es lo suficientemente precisa para usarse como diagnóstico médico.
Una alternativa sencilla y disponible es la de los investigadores de Washington. La app no requiere de ningún accesorio adicional ni ninguna actualización de software o hardware.
Esto ocurre porque este tipo de aparatos ya portan consigo de ciertos componentes llamados termistores. Estos sirven para medir la temperatura de las partes del interior del dispositivo.
Uso de termistores y proceso del experimento
Los termistores, que también se usan en termómetros de grado médico, no pueden medir directamente la temperatura corporal de una persona mientras está dentro de un teléfono inteligente. Sin embargo, se pueden usar para rastrear la cantidad de energía térmica que se ha transferido entre un usuario y el dispositivo móvil.
Para simular la fiebre en una persona, los investigadores usaron una máquina sous-vide para calentar una bolsa de plástico llena de agua. Después, presionaron las pantallas táctiles de varios teléfonos inteligentes diferentes contra ella, incluidos los que tienen estuches protectores y los que usaban protectores de pantalla.
El termistor incorporado se usó para medir la velocidad con la que el dispositivo se calentó durante esta interacción. Esos datos se usaron para entrenar un modelo de aprendizaje automático que impulsa la aplicación FeverPhone que puede estimar cuál es la temperatura corporal de un usuario.
Para ello, se debe sujetar el dispositivo por las esquinas y presionar la pantalla táctil contra su frente durante unos 90 segundos. Según los investigadores, este es el tiempo idóneo para que se pasara suficiente cantidad de calor al móvil, ya que, cuando la pantalla detecta la interacción de la frente, permite al móvil saber cuando se está realizando esta medición.
Ensayo clínico real
La aplicación se testó en un ensayo con 37 participantes, incluidos 16 con fiebre leve, en Departamento de Emergencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. Los resultados se compararon con los de un termómetro oral.
FeverPhone pudo predecir la temperatura corporal central de un usuario con un error promedio de aproximadamente 0,41 grados Fahrenheit (0,23 grados Celsius). Unos números muy cercanos a los termómetros de uso doméstico.
Los investigadores afirman que están trabajando para lograr una mejor precisión en la app y creen que podrán implementarse también a los relojes inteligentes. Puede que nunca lleguen a ser un termómetro adecuado para términos médicos, pero podrán dar a las personas una referencia fiable en cuanto a temperatura corporal y poder saber si tienen o no fiebre.
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