La colaboración espacial de Rusia con sus socios occidentales (Estados Unidos, Europa, Japón y Canadá) está en la cuerda floja desde el comienzo de la guerra en Ucrania, además, el país amenazó en varias ocasiones con retirarse de este puesto avanzado que orbita la Tierra a unos 400 kilómetros de altura.
Tras varios conflictos, en julio del año pasado, Rusia tomó la decisión de abandonar la Estación Espacial Internacional (EEI, por sus siglas) en 2024 para centrarse en la construcción de su propia estación espacial.
Esta decisión requirió un compromiso financiero que el gobierno ruso no mostró para las hazañas espaciales existentes del país, teniendo en cuenta que, mientras tanto, Estados Unidos empezó a buscar un nuevo socio para sustituir a Rusia, debido a que la estación está diseñada de tal manera que los socios dependen unos de otros —es decir, el lado estadounidense de la EEI proporciona energía, mientras que el lado ruso otorga propulsión y evita que la plataforma caiga a la Tierra—.
Sin embargo, después de varios tira y afloja por parte de Rusia, este país al final cambió de opinión y se comprometió a seguir formando parte del proyecto hasta 2028. Pero recientemente, la agencia espacial rusa Roscosmos decidirá si al final mantiene su presencia en la EEI a partir de 2028 en dependencia del estado técnico de la plataforma orbital.
Por el lado contrario, en caso de que se tome la decisión de poner fin al proyecto, los países participantes llevarán a cabo una retirada correcta de la plataforma espacial de su órbita. Y ante esta situación, el desmontaje de la Estación Espacial Internacional estará sincronizado con el emplazamiento de la nueva Estación Orbital Rusa (EOR, por sus siglas), cuyos primeros módulos deberán ser lanzados entre 2027 y 2030.
Datos sobre la nueva estación espacial rusa
Respecto a la estación orbital rusa modular, el blog Leonard David's Inside Outer Space indica que "la parte rusa está abierta a la cooperación internacional en este proyecto, brindando oportunidades a los socios extranjeros tanto para enviar cosmonautas como para construir módulos individuales".
Asimismo, añade que Rusia se centrará en el problema de la contaminación del espacio cercano a la Tierra, debido a que el país planea desarrollar la vigilancia espacial mediante la creación de uno nuevo basado en el sistema existente.
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