Northrop Grumman, conglomerado de empresas aeroespaciales estadounidenses y de defensa, presentó hace casi dos años el bombardero furtivo de sexta generación llamado B-21 Raider. Dicha aeronave militar está diseñada para lanzar municiones convencionales y nucleares con una precisión formidable, es multifuncional, no necesita apoyo logístico y forma parte de la futura fuerza de bombarderos del Ejército de Estados Unidos.
Para poner a prueba todas sus capacidades, en noviembre del año pasado, B-21 despegó por primera vez desde la histórica Planta 42 de la Fuerza Aérea en Palmdale (California) mientras iba acompañado por un avión de persecución F-16. Y, después de estos seis meses, B-21 ha dado inicio a las pruebas de vuelo para "convertirse en la columna vertebral de la flota de bombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos".
Andrew Hunter, subsecretario de Adquisiciones, Tecnología y Logística de la Fuerza Aérea del país estadounidense, informa en un comunicado que "las pruebas de vuelo de B-21 están en camino de cumplir con los plazos" porque "el programa avanza bien": "El avión está haciendo aquello para lo que están diseñados los programas de pruebas de vuelo, lo que nos ayuda a conocer las características únicas de esta plataforma, pero de una manera muy, muy efectiva".
Por otro lado, cuando B-21 supere este 'examen', se espera que el avión entre en servicio a mediados de la década de 2020 con un objetivo de producción de 100 aviones, como mínimo. Y, posteriormente, en el momento que entre en servicio, Dakota del Sur será la primera base de operaciones principal del bombardero y se convertirá en la ubicación de la unidad de entrenamiento formal.
Características de B-21
El B-21 es un bombardero furtivo de ataque penetrante, de largo alcance y con gran capacidad de supervivencia que reemplazará gradualmente a los bombarderos B-1 y B-2. Asimismo, desempeñará un papel importante en el apoyo a los objetivos de seguridad nacional y en la seguridad de los aliados y socios de Estados Unidos en todo el mundo.
Por otra parte, su sistema de armas se fabrica según el contrato de la Fuerza Aérea con Northrop Grumman. Por ende, está diseñado con una arquitectura de sistemas abierta, lo que permite la rápida inserción de tecnologías maduras con el fin de ser eficaz a medida que las amenazas evolucionan con el tiempo.
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