El telescopio espacial James Webb va completando etapas en su viaje hacia las profundidades del Universo. Tras salir de la Tierra en un lanzamiento perfecto el pasado 25 de diciembre de 2021, el observatorio más potente que jamás ha enviado al espacio la humanidad ha cumplido con todos los hitos que tenía planificados.
Concretamente, este objeto ofrece una resolución y sensibilidad sin precedentes para permitir una amplia gama de investigaciones en los campos de la astronomía y la cosmología. Además, sus principales objetivos consisten en observar algunos de los eventos y objetos más distantes del universo, como la formación de las primeras galaxias, las estrellas más brillantes del Sistema Solar, los cinturones de asteroides o los secretos más curiosos de los planetas.
Por otro lado, entre sus principales características técnicas hay que destacar su espejo primario, compuesto por 18 segmentos hexagonales que combinados crean un espejo con un diámetro de 6,5 metros y su gran parasol.
Pero dejando de lado sus peculiaridades y objetivos, desde 20Bits queremos hacer un repaso a su primer año de operaciones científicas para revelar el Universo.
Las imágenes más sorprendentes
Desde julio del año pasado, 20Bits ha compartido todas las imágenes que captura el telescopio espacial sobre galaxias, planetas, estrellas o supernovas. Si estás interesado en ellas, en la galería de aquí abajo podrás disfrutar de dichas fotografías.
Los problemas del James Webb a lo largo de este año
En septiembre del año pasado, la NASA detectó una fricción en la herramienta para la espectroscopia de resolución media (MRS, por sus siglas en inglés), además, este contratiempo afectó a una rueda de rejilla que escogía longitudes de onda cortas, medias y largas desde la Tierra.Ante dicha dificultad, el equipo de la NASA realizó una junta de revisión de anomalías para detener la programación de observaciones.
Por otro lado, tras un año deambulando por el espacio, el James Webb empezó a dar problemas en diciembre del año pasado porque activó el 'modo seguro' a raíz de un fallo en el software. Concretamente, el telescopio activó el sistema de control de actitud, por consiguiente, el equipo de la NASA tuvo que paralizar sus investigaciones durante más de quince días hasta que el inconveniente se solucionó.
5 curiosidades del telescopio espacial James Webb
1) La idea de este telescopio nació a finales de los 80: En 1989, el Space Telescope Science Institute en Baltimore, Maryland, y la NASA copatrocinaron un taller para debatir sobre las necesidades de la próxima generación de telescopios espaciales, un espacio en el que ingenieros y astrónomos discutieron sobre los avances científicos y las capacidades técnicas que debería tener el observatorio que sucedería al Hubble.
Después de varias ideas, el equipo llegó a la conclusión de que la agencia espacial estadounidense necesitaba operar en longitudes de onda infrarrojas y estar equipado con un espejo de más de 4 metros. Finalmente, el equipo bautizó al telescopio James E. Webb, en honor al administrador de la NASA entre 1961 y 1968, quien jugó un papel fundamental en el programa Apolo.
2) El telescopio se desplegó como un origami: Pesa algo más de 6.200 kilogramos y una de sus piezas principales son un espejo de 18 segmentos hexagonales de 6,5 metros de diámetro y un parasol gigante de 21 metros de largo por 14 metros de ancho. Al ser tan inmenso, , el telescopio tuvo que viajar plegado para caber en el limitado espacio del cohete Ariane 5.
3) Es el telescopio espacial más caro de la historia: El proyecto ha tenido gastos excesivos. Cuando se concibió, el presupuesto estimado era de 1.000 millones de dólares y, en pocos años, aumentó a hasta los 6.500 millones de dólares.
4) Ofrece la mayor resolución de la humanidad: Las cámaras del Webb ofrecen una resolución y sensibilidad sin precedentes, así pues, permite una amplia gama de investigaciones en los campos de la astronomía y la cosmología.
5) Se invirtieron millones de horas en construirlo: Un equipo internacional de gobiernos, profesionales del mundo académico, científicos, ingenieros y personal del sector privado participó en la construcción del telescopio espacial James Webb, para la que se ha invertido un total de 40 millones de horas.
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