El telescopio espacial James Web hace menos de una semana que está rumbo a la órbita L2, donde comenzará su investigación sobre el Universo. Sin embargo, sus desarrolladores han conseguido que dure más tiempo mediante el ahorro de combustible.
Según han informado, el James Webb no tiene la posibilidad de repararse de forma remota como lo hacía su antecesor, el telescopio Hubble. Por lo tanto, las palabras de la NASA que aseguran que la vida útil del James Webb ahora es más larga es una buena noticia para la misión.
La agencia espacial estadounidense ha explicado en un comunicado que al principio se esperaba que el nuevo telescopio durase entre 5 y 10 años. No obstante, el último análisis de la NASA afirma que James Webb podrá realizar sus operaciones científicas durante más tiempo.
El motivo por el que su esperanza de vida se ha incrementado es una corrección de la trayectoria en el momento de la separación entre el telescopio y el cohete Ariane 5. En vez de tardar 33 minutos para separarse en el despegue como se esperaba en un inicio, James Webb solo tardó 29 minutos.
Asimismo, la precisión de la primera maniobra de corrección y la segunda permitieron que la nave guardase más combustible en sus depósitos que el que se esperaba que almacenaría.
Mientras el James Webb continúa con su trayecto a la órbita L2, ya ha logrado desplegar su antena de comunicación para emitir señales e información hasta la Tierra. Una vez lleguen los datos a nuestro planeta, los investigadores los estudiarán para tratar de responder, entre otras muchas incógnitas, el origen del Universo.
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