La NASA ha tenido que posponer a última hora el lanzamiento de la misión espacial IM-1 que iba a producirse hoy a las 6:57 AM (las 5:57 AM en Canarias). Esta es el segundo intento de enviar tecnología de EEUU a la Luna, después de Apolo 17 (1972) y tras el fracaso de Peregrine.
El despegue iba a producirse a bordo de un Falcon 9, de SpaceX, desde el Centro Espacial Kennedy (Florida) e iba a comenzar su ruta de ocho días hacia el polo sur lunar. Sin embargo, minutos antes de que comenzase la ventana de lanzamiento, SpaceX ha comunicado que se retrasa a mañana, 15 de febrero, cuando en España sean las 7:05 AM.
Según SpaceX y la NASA, han cancelado el intento de hoy "debido a temperaturas de metano fuera de lo nominal antes de pasar a la carga de metano". Es decir, por problemas con el combustible.
¿Qué es la misión IM-1?
La IM-1 es una misión que pretende llevar a la Luna el módulo de alunizaje Odiseo, de la serie Nova-C, desarrollado por la firma Intuitive Machine. Sería el segundo lanzamiento dentro del programa espacial Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar (CLPS) de la NASA cuyo objetivo es incentivar la tecnología espacial privada.
En una teleconferencia emitida el lunes de esta semana, la agencia espacial estadounidense detalló que el propósito de IM-1 es investigar la Luna "en preparación para Artemis". Por lo tanto, los científicos de la NASA esperan que los datos recopilados por Odiseo sean útiles para su proyecto de volver a enviar a astronautas a la Luna.
La página web oficial de la agencia, define Odiseo como un módulo de alunizaje "construido comercialmente que transportará cinco cargas útiles de la NASA y carga comercial". Entre los instrumentos científicos con los que han equipado a este dispositivo espacial, hay retrorreflectores láser (LRA) el lidar Doppler de navegación para detección precisa de velocidad y alcance (NDL), el demostrador de navegación del nodo lunar 1 (LN-1), cámaras de estéreo para estudios de la superficie (SCALPSS) y un observador de ondas de radio.
Gracias a las herramientas mencionadas, el módulo Nova-C podrá llevar a cabo una serie de experimentos. Algunos de ellos son: estudiar las interacciones con la superficie, la radioastronomía y el comportamiento del clima espacial con el suelo lunar.
El viaje de Nova-C a la Luna
En caso de que se lanzase hoy el módulo, se calculaba que el alunizaje se produjese el próximo 22 de febrero, unos ocho días después. No obstante, como se ha pospuesto su despegue, Odiseo terminará llegando el viernes de la semana que viene.
El equipo de control tratará que el modelo de Nova-C pise la superficie lunar en el macizo de Malapert, a unos 300 km del polo sur. Este momento será clave en IM-1, y no solo porque Peregrine falló, sino porque se probarán tecnologías de aterrizaje de precisión y las capacidades de nodos de comunicación y navegación.
En un principio, eso implicaría que tendrían seis días para realizar operaciones científicas (un día menos de lo esperado). Después de dicho periodo, comenzará lo que se conoce como noche lunar. Este fenómeno impedirá que el módulo opere en las condiciones de nuestro satélite natural.
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