La averiada Soyuz rusa, en casa: fotos de la reentrada y aterrizaje de la nave en la Tierra

La nave averiada Soyuz MS-22 se separó ayer de la EEI para iniciar su viaje de regreso a la Tierra sin tripulación.
La nave averiada Soyuz MS-22 se separó ayer de la EEI para iniciar su viaje de regreso a la Tierra sin tripulación.
Roscosmos
La nave averiada Soyuz MS-22 se separó ayer de la EEI para iniciar su viaje de regreso a la Tierra sin tripulación.

La cápsula Soyuz MS-22 se acopló a la Estación Espacial Internacional (EEI) el pasado septiembre tras transportar a los miembros de la tripulación de la Expedición 68 Sergey Prokopyev, Dmitry Petelin y Frank Rubio. A mediados de diciembre, los dos primeros astronautas mencionados, rusos, se preparaban para realizar una caminata espacial cuando se detectó una fuga en el módulo de servicio de la nave, lo cual ocasionó varios problemas.

Según se comprobó, las averías estaban en el casco del segmento de equipos y propulsores. Roscosmos, agencia rusa, descartó utilizar Soyuz MS-22 para que los exploradores espaciales regresasen a la Tierra por dicho problema y así ha sido: ayer, 28 de marzo, aterrizó en la estepa kazaja, a 14 kilómetros de Zhezkazgan (Rusia).

La nave Souyz MS-22 tras aterrizar en la Tierra rodeada del equipo de rescate.
La nave Souyz MS-22 tras aterrizar en la Tierra rodeada del equipo de rescate.
Roscosmos

Dentro no había ningún tripulante, pero la cápsula no estaba vacía, ya que en su interior había 218 kilogramos de carga, como resultados de 19 experimentos científicos y otros equipos técnicos. Prokopyev, Petelin y Rubio, en principio, iban a volver a la Tierra tras seis meses de investigaciones en el espacio en la MS-22, pero el fallo ha alargado su estancia en la EEI.

El nuevo plan es que los astronautas se suban a la Soyuz MS-23, que estaba pensada para llevar y traer a otros profesionales. A raíz del cambio que se ha hecho para devolver a los investigadores de la EEI al planeta, los rusos Oleg Kononenko y Nikolai Chub y el de la NASA Loral O’Hara volarán a la plataforma orbital internacional a bordo de Soyuz MS-24.

Roscosmos afirma que el inconveniente de la MS-22 se debe al impacto de un meteorito, pero que la cápsula de carga Progress MS-21, también rusa, haya tenido otra fuga, ha despertado cierta desconfianza con las naves del país. Que en tan poco tiempo haya habido dos problemas similares en naves construidas por Rusia invitan a pensar que existe un fallo de producción que podría repetirse.

Serguéi Prokopyev preparando la cápsula para su regreso [izquierda]. La nave en la estepa kazaja, en Rusia [derecha].
Serguéi Prokopyev preparando la cápsula para su regreso [izquierda]. La nave en la estepa kazaja, en Rusia [derecha].
Roscosmos

Cabe señalar que el módulo de servicio, donde se produjo la fuga en Progress MS-22 y en Soyuz MS-22, es una zona que se desintegra en las reentradas controladas de la atmósfera. Por lo tanto, no ha sido posible examinar a fondo el origen de la avería y, de ser un problema distinto al choque con un meteorito que decía Roscosmos, no se puede confirmar y aplicar soluciones a las próximas misiones.

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