¿Qué proporciona mayor protección a largo plazo? ¿Infección previa o vacunación?

Una mujer recibe la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid.
Una mujer recibe la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid.
EUROPA PRESS
Una mujer recibe la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid.

Un nuevo estudio demuestra que, aunque con el paso del tiempo el número de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 disminuye, algo que ocurre tanto en los pacientes previamente infectados como en los vacunados, el rendimiento de los anticuerpos sólo mejora si se produce después de una infección previa y no de la vacunación. 

Tal y como recoge el portal Infosalus, esta diferencia podría dar una respuesta a por qué los pacientes previamente infectados parecen estar mejor protegidos contra una nueva infección que los que tan solo han sido vacunados.

El estudio, que ha sido llevado a cabo por la doctora Carmit Cohen, del Centro Médico Sheba de Ramat Gan (Israel), y sus colegas, se presentará en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas de este año en abril.

La investigación también reveló que, al contrario de lo que se esperaba, los pacientes previamente infectados con el virus y con obesidad presentaban una respuesta inmunitaria mayor y más duradera que los pacientes con sobrepeso y de peso normal.

Si bien la protección contra la reinfección dura mucho tiempo en los pacientes recuperados del SARS-CoV-2, el estudio revela que las infecciones son cada vez más frecuentes cuando han pasado seis meses después de la vacunación. 

Así fue la investigación

En esta investigación, los autores analizaron la respuesta inmunitaria humoral (inducida por anticuerpos) en personas recuperadas de la Covid-19, pero que no habían sido vacunadas durante un año, y la compararon con los que habían recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer (pero sin infección previa) durante ocho meses.

Los expertos reclutaron a individuos que habían sido infectados y no vacunados y doblemente vacunados pero nunca infectados desde el 25 de marzo de 2020 hasta el 25 de noviembre de 2020. La selección se cerró en abril de 2021, justo antes de que la variante delta llegara a Israel.

Hay que tener en cuenta que los infectados previamente en este estudio habían sido infectados por las variantes original y alfa (y algunos casos de beta) del SARS-CoV-2.

Los investigadores hicieron un seguimiento de 130 pacientes diagnosticados de SARS-COV-2 mediante pruebas de PCR. Los pacientes no habían recibido ninguna vacuna y no se vacunaron durante el estudio. Ninguno de estos pacientes se reinfectó durante el periodo de estudio.

Los científicos recogieron datos sobre los síntomas agudos (durante la infección e inmediatamente después) así como a largo plazo (después de 6 semanas). Después, compararon los anticuerpos IgG y neutralizantes contra la proteína de la espiga de estos 130 pacientes recuperados con los de 402 individuos emparejados por edad e índice de masa corporal (IMC) que fueron vacunados dos veces con la vacuna de Pfizer, pero que nunca habían tenido Covid-19.

Los pacientes doblemente vacunados tampoco se infectaron a lo largo del periodo de estudio; no obstante, en esa época, es decir, durante el segundo trimestre de 2021, los trabajadores sanitarios en Israel que habían sido doblemente vacunados y nunca infectados estaban experimentando primeras infecciones seis meses después de su segunda dosis

En cambio, los individuos previamente infectados que no se habían vacunado no se reinfectaban. Los expertos se plantearon el objetivo de explorar el motivo de por qué ocurría esto.

El índice de avidez

Se comparó el índice de avidez, es decir, la calidad del rendimiento de los anticuerpos, al mes y a los seis meses para subcohortes compuestas por 16 personas que se habían recuperado de Covid-19 y 22 individuos que nunca habían sido infectados y que habían sido vacunados por partida doble. 

En el caso de los pacientes recuperados, también se recogieron cuestionarios relativos a los síntomas que incluían la Covid prolongada.

Tras analizar los datos, los investigadores israelíes descubrieron que las cifras de anticuerpos, pasado un mes después de la vacunación, eran superiores a las de los pacientes que se habían recuperado de la Covid-19. Sin embargo, las mismas cifras también disminuyeron de forma más pronunciada en el grupo vacunado.

"La calidad de los anticuerpos aumenta tras la infección, pero no tras la vacunación"

El índice de avidez fue mayor en los individuos vacunados que en los pacientes recuperados inicialmente. No obstante, hasta pasados seis meses la avidez no cambió significativamente en los individuos vacunados, al tiempo que aumentó gradualmente en los pacientes que se habían recuperado y los protegió potencialmente de la reinfección.

Lo curioso es que, en contra de lo esperado, el nivel de anticuerpos en los pacientes recuperados con un índice de masa corporal de 30 o superior (en el rango de obesidad) fue mayor en todos los puntos temporales en comparación con los que tenían un IMC inferior a 30 (es decir, rango de peso de normal a sobrepeso).

Esto sugiere que las personas con obesidad que habían sido infectadas previamente por el virus estaban mejor protegidas contra la futura infección que las que tenían sobrepeso o peso normal y habían sido infectadas previamente.

De todos los pacientes recuperados, 42 de ellos (36%) experimentaron síntomas prolongados de Covid, incluyendo manifestaciones de salud mental (5%), neurológicas (9%), cardiovasculares (5%) y respiratorias (31%).

"Mientras que el número de anticuerpos disminuye con el tiempo tanto en los pacientes recuperados de Covid-19 (pero nunca vacunados) como en los individuos vacunados (pero nunca infectados), la calidad de los anticuerpos aumenta tras la infección, pero no tras la vacunación", concluyen los autores del estudio.

Los investigadores añaden que "las personas con obesidad tienen una respuesta inmunitaria inducida por anticuerpos significativamente mayor y sostenida tras la infección. Estos resultados proporcionan características específicas de la respuesta inmunitaria que pueden explicar la protección diferencial contra el Covid-19 en los individuos previamente infectados en comparación con los individuos únicamente vacunados".

En la actualidad, cuando la mayoría de la gente en Israel está vacunada, se ha vuelto mucho más difícil hacer cualquier nuevo estudio de personas que no hayan recibido la vacuna.

El trabajo, ahora

El equipo investigador está siguiendo ahora a un grupo de personas recuperadas de la variante delta (centrada específicamente en las familias) y también a otro grupo recuperado de la variante ómicron. En estos nuevos estudios, están examinando tanto la respuesta inmunitaria humoral como la innata (diferentes partes del sistema inmunitario).

La doctora Cohen dice: "Con la variante ómicron los individuos vacunados están mejor protegidos contra la enfermedad grave, pero la cuarta dosis de la vacuna, que ahora se administra a muchas personas mayores de 60 años y a las que están inmunodeprimidas, no parece proteger contra la infección por ómicrón".

Por eso, Cohen considera que el seguimiento deben hacerlo a las que se han recuperado de las variantes anteriores y luego se han vuelto a infectar con la variante ómicron y se han recuperado de ella. "Hipotéticamente, estos individuos deberían tener un rendimiento de anticuerpos muy alto contra la mayoría de las variantes", dice.

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