El motivo psicológico por el que siempre tengo prisa

Reloj mostrando la hora.
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Reloj mostrando la hora.

Son muchas las personas, sobre todo en los entornos urbanos, que siempre parecen tener prisa. El trabajo, las responsabilidades como padres, la vida social y de ocio... da igual el ámbito, siempre llegan tarde o tienen prisa por acabar alguna tarea para, acto seguido, empezar otra. 

Si te has reconocido en este modo de vida, es posible que sufras lo que se conoce como enfermedad de la prisa, una patología que, aunque no está reconocida de forma clínica, sí que se ha estudiado y trabajado como una forma de comportamiento que puede afectar a la salud. 

Ejemplo de ese estudio es la publicación del libro La Enfermedad De La Prisa. Un trastorno de los ideales, del autor Luis Miguel Rodrigo González, psicólogo clínico y psicoanalista, donde se analiza este concreto estilo de vida basado en la velocidad y la inmediatez.

Igualmente, en el estudio Modificación de tipo un patrón de comportamiento, publicado en Science Direct, en base al libro Comportamiento tipo A y su corazón, los autores Meyer Friedman y Ray Rosenman presentaron, con evidencias basadas en su investigación de 20 años, de que el patrón de comportamiento que se da con la enfermedad de la prisa puede ser la causa principal de las enfermedades cardíacas.

Características de la enfermedad de la prisa

Esto es debido a que las personas con la enfermedad de la prisa viven en un constante estado de nervios o ansiedad, son personas ocupadas que siempre tienen algo que hacer y cuya lista de tareas, ya sean laborales, de estudios o, incluso de ocio, no terminan nunca.

Estas personas sienten que estar sin hacer nada o tomarse más tiempo para hacer determinada tarea es perder horas en el día, por lo que siempre están aceleradas, intentado ser productivas e incluso llegan a hacer varias tareas a la vez. 

Es por ello que sienten la necesidad de hacer siempre diferentes tareas y, cuando no tienen nada que hacer, buscan otras cosas en las que ocupar ese tiempo muerto, por lo que nunca hay momento para el descanso y la relajación del cuerpo y la mente.

Inconscientemente, estas personas llegan a hacer cálculos constantes del tiempo para discernir qué tareas pueden hacer y cómo organizarse para hacer el mayor número posible. 

Muchas personas pueden sufrir problemas de insomnio ante tal frenética actividad que les hace estar nerviosos constantemente, lo que les causa problemas para conciliar el sueño. Igualmente pueden sentir que dormir es perder el tiempo y, por tanto, no dedican las horas necesarias para conseguir un sueño reparador. 

Problemas para la salud

Tal y como se recoge en el mencionado estudio, la enfermedad de la prisa puede ser uno de los factores clave a la hora de buscar una causa a las enfermedades cardíacas, por encima de otros problemas asociados: "Parece tener una correlación mucho más estrecha con la incidencia de enfermedades cardíacas que otras causas sospechadas, como una dieta inadecuada, el tabaquismo, la falta de ejercicio o la obesidad".

Así, indican que este tipo de estilo de vida, que han descrito como una "batalla contra el tiempo", debería ser trabajado para poder modificarlo y, de este modo, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y la hipertensión.  

Como solución, en el estudio se proponen diferentes métodos y ejercicios concretos con los que trabajar los comportamientos y los estilos de vida que conlleva la enfermedad de la prisa, "contra la hostilidad y hacia las cosas que valen la pena y se discutirá su afectividad".

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