Síntomas de la enfermedad mano, pie y boca en niños: causas y tratamiento

Una madre le toma la temperatura a su hijo con un termómetro.
Una madre le toma la temperatura a su hijo con un termómetro.
©GTRESONLINE
Una madre le toma la temperatura a su hijo con un termómetro.

La enfermedad de manos, pies y bocas es una afección viral que, aunque no presenta gravedad, es fácilmente contagiosa y, sobre todo, afecta a los niños pequeños. 

Este problema es causado, en la mayoría de los casos, por un coxsackievirus, es decir, un virus del grupo de los enterovirus no polio, aunque también puede darse la enfermedad por otros tipos de enterovirus, como indican desde Mayo Clinic.

De este modo, el contagio entre personas, en general niños, se da por contacto directo a través de vía oral. La saliva, las secreciones nasales y de garganta y las gotitas respiratorias que se expulsan al aire al hablar, toser, reír o estornudar son las formas más frecuentes de contagio. Igualmente, el líquido de las ampollas o las heces son vías de contagio. 

Los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca

Cuando una persona se contagia, en su mayoría niños, los síntomas pueden tardar en llegar entre tres y seis días. El primero de los signos suele ser la fiebre, acompañada de otros síntomas parecidos a la gripe y de otros signos característicos. 

Así, los síntomas más comunes del virus de pie, mano y boca son los siguientes, según explican desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)

  • Fiebre
  • Comer o beber menos
  • Dolor de garganta
  • Malestar
  • ​Llagas en la boca: pueden aparecer uno o dos días después del comienzo de la fiebre, unos puntitos rojos que aparecen frecuentemente en la parte de atrás de la boca.
  • Sarpullido: pueden aparecer en las palmas de las manos y las plantas de los pies, así como en rodillas, codos, nalgas o genitales.

Tratamiento del virus de pies, manos y boca

No existe un tratamiento médico específico para la enfermedad de manos, pies y boca, pero sí que se pueden seguir algunas recomendaciones o consejos para aliviar los síntomas que produce la enfermedad, sobre todo, para prevenir complicaciones como la deshidratación. 

Así, se puede hacer uso de medicamentos de venta libre para aliviar la fiebre y el dolor causado por las llagas en la boca. Sin embargo, hay que seguir las instrucciones de profesionales farmacéuticos o médicos para tratar a los niños. Nunca se debe suministrar aspirina a los niños.

Del mismo modo, hay que beber líquidos frecuentemente para mantener los niveles de hidratación correctos.

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