¿Qué debo hacer si se me rompe el frenillo del pene?

El desgarro de frenillo puede ser una lesión dolorosa.
El desgarro de frenillo puede ser una lesión dolorosa.
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El desgarro de frenillo puede ser una lesión dolorosa.

Todos sabemos que el área genital es delicada, y uno de los accidentes más aparatosos que puede sufrir un hombre en ella es el desgarro de frenillo. Se trata de algo que no es muy común, pero tampoco excesivamente raro, y no necesariamente se asocia con prácticas demasiado aventureras o extravagantes.

El desgarro de frenillo puede suceder durante las relaciones sexuales o durante la masturbación y el riesgo es notablemente mayor en los hombres que tienen el frenillo corto o perforado con piercing. Cuando sucede, sangra profusamente y es doloroso. En esta situación, lo más indicado es presionar la herida con los dedos para tratar de detener la hemorragia y acudir a urgencias.

Una vez bajo el ojo de los sanitarios, lo primero que harán probablemente será lavar y desinfectar la herida para evaluar el procedimiento más adecuado. Si el desgarro no es completo, es frecuente practicar una frenuloplastia: terminar lo que la naturaleza ha empezado. No siempre es así, sin embargo: a veces, el urólogo puede decidir dejar que cicatrice, si el sangrado ha cesado.

Hay que señalar que la frenuloplastia es diferente a la circuncisión (la sección del prepucio) ya que en este caso el prepucio se deja intacto, y la cirugía afecta únicamente al frenillo.

Igualmente, si el desgarro del frenillo ha sido completo, la frenuloplastia no suele ser necesaria, por lo que se puede pasar al siguiente paso: dejar que la herida descanse y cicatrice.

Y esta no es una etapa fácil. La cicatrización, al tratarse de una zona húmeda, es lenta, y es frecuente que las erecciones causen dolor e incluso reabran la herida. Como es natural, lo ideal es no practicar relaciones sexuales ni masturbarse hasta que la lesión esté convenientemente cicatrizada.

La buena noticia es que, una vez superado este bache, el desgarro de frenillo no debería perjudicar de ninguna manera a la vida sexual: ni disminuye el placer, ni resulta estéticamente llamativo, ni disminuye la libido. De hecho, si el paciente tenía el frenillo demasiado corto en un principio y se le ha practicado la frenuloplastia o el desgarro ha sido completo, podría incluso eliminar algunas molestias.

Sea como sea, siempre es mejor prevenir que curar. Por ello, si se experimentan molestias en el frenillo al mantener relaciones sexuales o al masturbarse, es conveniente probar a utilizar lubricantes; si a pesar de ello sigue habiendo dolor o tirantez, lo mejor es consultar con un urólogo que, probablemente, practicará la frenuloplastia para evitar daños mayores.

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