¿Cuál es la frecuencia respiratoria normal en los niños?

La comprobación de la frecuencia respiratoria es una prueba común en el entorno clínico tanto para niños como para adultos que nos indica la velocidad a la que estamos respirando. Puede ser útil para detectar un buen número de trastornos respiratorios y para evaluar el grado de afectación que pueden estar provocando.

De hecho, se trata de una medición que puede realizarse en el domicilio por el propio paciente (o, si se trata de un niño, con asistencia de una persona cercana). Para ello, lo mejor es emplear un cronómetro, ya que habrá que observar y contar el número de veces que se aspira (que el pecho se hincha) en el intervalo de un minuto, estando en reposo (preferentemente, sentados y relajados).

En función de la edad, deberíamos obtener diferentes valores: para los recién nacidos (hasta 6 meses), la frecuencia normal está entre las 40 y las 60 respiraciones por minuto; desde los 6 meses hasta los dos años, entre 30 y 40 respiraciones por minuto; entre los 2 y los 5 años, entre 20 y 30 respiraciones por minuto; entre los 6 y los 12 años, entre 15 y 20 respiraciones por minuto; y finalmente, en adultos está entre las 12 y las 18 respiraciones por minuto.

Tanto en adultos como en niños, si obtenemos repetidas veces valores fuera de estos rangos puede ser conveniente consultar a un médico, aunque una frecuencia respiratoria anormal no implica necesariamente que exista una patología, ya que si fuese el caso es la persona indicada para prescribir las pruebas necesarias y en su caso el tratamiento que proceda.