Cuidados del paciente oncológico en verano

En verano los horarios, la alimentación y la rutina cambian completamente. Esto que puede carecer de importancia para la población en general, es fundamental tenerlo en cuenta en los cuidados del paciente oncológico. Ya que aunque sea verano, su salud debe ser lo primero en lo que pensar.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en el año 2018 hubo unos 18,1 millones de casos de cáncer nuevos en todo el mundo. En España, los que se diagnostican con mayor frecuencia son el de colon y recto, próstata, mama, pulmón y vejiga urinaria. Pero aunque en las últimas décadas la mortalidad ha descendido, conviene tomar precauciones en verano.

Dieta variada para el cuidado del paciente oncológico

Las alteraciones del tránsito intestinal, el malestar o el empeoramiento de ciertos cánceres si los pacientes, debido a su dieta, terminan aumentando de peso sin control, hace que sea necesario mejorar la dieta. Además, en verano, las digestiones pueden ser más pesadas al aumentar la frecuencia de las comidas y que estas sean mucho más copiosas de lo habitual.

Incluir abundantes frutas y verduras, también cereales y dejar de lado las carnes rojas para elegir el pollo o el pescado, sobre todo para aquellos pacientes oncológicos con tumores en el tracto digestivo, es importante. Algunos presentan alteraciones del tránsito intestinal debido al tratamiento con quimioterapia. Por lo tanto, cuidar la dieta es fundamental.

No hay que olvidarse de la hidratación

La hidratación también es importante en los cuidados del paciente oncológico. El doctor Robledo, responsable de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética de MD Anderson Madrid, explica que "se requiere de una buena rehidratación oral, que no siempre es factible con la ingesta de agua, pues suele saber mal y tolerarse peor". Esto sucede con la quimioterapia o la terapia intravenosa.

Si el agua no la tolera bien el paciente oncológico, ¿qué alternativas hay? Pues las infusiones son una buena opción, además en el mercado hay una amplia variedad de ellas. Pero, también, se puede probar a añadir unas rodajas de limón o de lima a una botella de agua y meterla en la nevera. Le dará un sabor muy fresco que puede tolerar mejor el paciente oncológico en verano.

Hay que proteger muy bien la piel del sol

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Los tratamientos contra el cáncer pueden aumentar la fotosensibilidad en la piel. Además, la caída del pelo debido a la quimioterapia hace que sea fundamental proteger el cuero cabelludo del sol. Por lo tanto, siempre hay que utilizar protector solar y que este no baje de 50 FPs. También, usar ropa de lino que cubra la piel, una sombrilla si se va a la playa, gorro, gafas de sol, etc.

No importa que haya días nublados en verano, el sol sigue perjudicando la piel del paciente oncológico si no se protege igualmente que si hubiese salido el sol. Por lo tanto, es un factor que se debe tener en cuenta. Con todo, hay que recordar el uso de cremas hidratantes que se absorban bien después de la ducha. Cuanto mejor se absorban, mejor, para que su uso sea frecuente.

Cuidado con los cambios bruscos de temperatura

En verano es frecuente entrar en el coche y poner el aire acondicionado al máximo o en una tienda y que al salir de ella se note todo el calor del exterior. Esto no es bueno para el paciente oncológico, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden favorecer la aparición de infecciones. Por lo tanto, hay que evitar esto lo máximo posible para proteger a este tipo de pacientes.

Los fármacos y los tratamientos para la quimioterapia pueden provocar cambios en el tránsito, náuseas, sensibilidad y sequedad de la piel... Por lo tanto, en verano hay que prestar mucha atención a todo esto y proteger al paciente oncológico para que pueda disfrutar del verano y descansar adecuadamente.