Cuánto calor puede soportar el cuerpo humano: este es el límite de temperatura

Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.
Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.
Julio Muñoz / EFE
Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.

Las olas de calor como la que vive España desde este fin de semana van a ser cada vez más frecuentes, tal y como advirtieron recientemente desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que llevan un tiempo señalando que este fenómeno extremo "es un anticipo del futuro" causado por el calentamiento global. Este intenso calor, que cada vez comenzará antes y se volverá más severo, lleva a muchos a preguntarse dónde está el límite de calor que un ser humano puede aguantar antes de que comience a ser perjudicial para su salud.

Para responder a esta pregunta no solo hay que tener en cuenta el umbral de temperatura, sino también la humedad, señalan investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, cuyo estudio publicado en la revista Journal of Applied Physiology analiza en un entorno controlado los límites del calor en hombres y mujeres jóvenes y sanos.

Según indican, la combinación de temperatura y humedad "puede volverse peligrosa más rápido de lo que los científicos creían anteriormente", advierten en un artículo publicado en The Conversation.

El indicador que se emplea para medir la adaptabilidad humana al calor se denomina "temperatura de bulbo húmedo". Hasta ahora, la referencia la tenía una investigación publicada en 2010, que estimaba que una temperatura de bulbo húmedo de 35ºC, al 100% de humedad, o de 46ºC al 50% de humedad, sería el límite de seguridad a partir del cual el cuerpo humano ya no es capaz de refrescarse evaporando el sudor de la piel para mantener estable la temperatura corporal interna.

Sin embargo, después de haber puesto a prueba estos límites en laboratorio, los resultados "muestran un motivo de preocupación aún mayor", sostienen.

El experimento consistió en dar a los participantes una pequeña pastilla de telemetría, que monitoreaba su temperatura corporal profunda o central, y a continuación pasaban a una cámara ambiental en la que se movían lo suficiente para simular las actividades mínimas de la vida diaria, como cocinar o comer. Una vez dentro de la cámara, los científicos pusieron a prueba a los sujetos aumentando lentamente la humedad o la temperatura de ese espacio.

La clave, según los investigadores, era ver qué ocurría con el "límite ambiental crítico", es decir, esa combinación de temperatura y humedad por la cual la temperatura central de una persona comienza a aumentar.

Según explican, cuando el cuerpo se sobrecalienta al superar ese límite, aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor con exposiciones prolongadas: "El corazón tiene que trabajar más para bombear el flujo de sangre a la piel para disipar el calor, y cuando también suda, los fluidos corporales disminuyen. En el caso más grave, la exposición prolongada puede provocar un golpe de calor, un problema que pone en peligro la vida y que requiere enfriamiento y tratamiento médico inmediato y rápido", indican.

Sus conclusiones establecen que el límite ambiental superior "es incluso más bajo que los 35ºC teóricos", señalan. "Es más como una temperatura de bulbo húmedo de 31ºC. Eso equivaldría a 31ºC al 100% de humedad o 38ºC al 60% de humedad", agregan los investigadores.

Tal y como advierten, estas olas de calor actuales "se están acercando, si no superando, a estos límites".

Para paliar las temperaturas extremas, los expertos han recordado la importancia de "mantenerse bien hidratado y buscar áreas para refrescarse, incluso por períodos cortos".

"El cambio climático no es solo un problema del futuro. Es uno que la humanidad enfrenta actualmente y debe abordar de frente", concluyen.

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