Cómo prevenir la incontinencia urinaria tras los embarazos

La incontinencia urinaria postparto es muy prevalente en nuestra sociedad. El problema es que limita la autonomía de la paciente, a la vez que reduce su autoestima y deteriora sensiblemente su calidad de vida. Entre las mujeres que han dado a luz tiene una prevalencia que puede oscilar del 3 al 67%. Además, si estas presentan incontinencia urinaria en los tres meses posteriores al embarazo, tienen un 90% de probabilidades de seguir padeciéndola cinco años después.

El doctor Manuel Albi es jefe del departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y un experto en la materia. Sí advierte en este sentido que en los primeros tres meses después del parto es frecuente que las mujeres refieran pérdidas de orina, habitualmente leves, aunque en ocasiones de severidad variable. “En general y de forma clásica, cuando la incontinencia urinaria persiste más allá de los seis primeros meses postparto, se considera anormal y se aconseja consultar”, subraya el especialista de Quirónsalud.

"Cuando la incontinencia urinaria persiste más allá de los seis primeros meses postparto, se considera anormal y se aconseja consultar"

Almudena Prieto es fisioterapeuta del Servicio de Rehabilitación del citado hospital madrileño y recuerda que el tipo de incontinencia urinaria asociada al embarazo y al posparto es la de esfuerzo, en la que la pérdida de orina está causada principalmente por una inadecuada función del soporte estructural de la uretra, que incluye diferentes órganos, músculos, ligamentos y nervios del suelo pélvico femenino.

“Tanto el embarazo, como el parto vaginal, se han relacionado con disfunción de estas estructuras de soporte, y por tanto, con incontinencia urinaria de esfuerzo". El caso es que uno de los principales problemas que existen con la incontinencia urinaria en esta etapa es que el abordaje de la patología se ha realizado tradicionalmente de forma posterior a la aparición del problema. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que un programa de entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico puede prevenir la incontinencia en la última etapa del embarazo y tras el parto o, en su defecto, disminuir los síntomas, en caso de que aparezcan, destaca el ginecólogo de Quirónsalud.

Un programa para prevenir y tratar de manera individualizada

Partiendo de esta premisa, los servicios de Ginecología y Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz han desarrollado un proyecto de Prevención de Incontinencia Postparto, en el que ya han participado 300 mujeres, y cuyo objetivo es la intervención precoz como estrategia preventiva de la incontinencia urinaria.

"Creemos que prevenir y diagnosticar la incontinencia de forma precoz, ofreciendo a todas las gestantes, durante el embarazo y después del parto, acceso a información, diagnóstico y tratamiento específicos, contribuirá a reducir el elevado porcentaje de mujeres que conviven con incontinencia", explican los doctores Carmelo Fernández y Manuel Albi, jefes respectivos del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación y del Departamento de Ginecología y Obstetricia del hospital.

El programa, completamente digital y ofrecido a través del Portal del Paciente (aplicación de desarrollo propio del hospital en la que la usuaria tiene que estar dada de alta para poder beneficiarse de la iniciativa), contempla la prevención de la incontinencia durante el embarazo, el seguimiento postparto, y los tratamientos individualizados cuando son necesarios.

Almudena Prieto mantiene que ante el diagnóstico de incontinencia urinaria (IU) el tratamiento debe ser individualizado para cada paciente: “No todas la IU son iguales, ni tienen la misma intensidad, ni alteran la calidad de vida de todas las mujeres por igual. Además, también son muy diferentes las expectativas de cada mujer en cuanto a recuperación y el tiempo que están dispuestas a dedicarle”.

En cuanto a los tratamientos en concreto defiende que existe un amplio abanico de opciones terapéuticas que van desde los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico hasta la cirugía correctora de la IU, pasando por cambios de hábitos, eliminación de factores de riesgo, estimulación muscular, o tratamientos medicamentosos. “La elección de un tratamiento u otro o de una secuencia lógica y progresiva en complejidad de los tratamientos es tarea conjunta de rehabilitadores y ginecólogos”, afirma esta experta.

Cómo prevenir la incontinencia

Y es que, según prosigue, durante las diferentes etapas del embarazo ya se puede prevenir la incontinencia urinaria. Según explica, durante la gestación se producen cambios fisiológicos que afectan a las estructuras responsables de la continencia en la mujer. “Realizando ejercicios sencillos y personalizados el cuerpo se adapta mejor a estos cambios, refuerza aquellas estructuras que van a trabajar de una manera especial durante el embarazo y el parto, y previene problemas que pueden aparecer en las diferentes etapas”, indica Silvia Calvo, coordinadora de la Unidad de Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz.

"Realizando ejercicios sencillos y personalizados el cuerpo se adapta mejor a estos cambios"

En concreto, entre los beneficios de estos ejercicios, según prosigue, es que trabajan la postura, la localización de la musculatura del suelo pélvico, el aprendizaje del bloqueo perineal a los esfuerzos y la activación y trabajo del componente abdominolumbopélvico.

Precisamente, los ejercicios propuestos en este programa de Prevención de Incontinencia Postparto de la Fundación Jiménez Díaz se diseñan desde el embarazo. Además, se han elaborado una serie de vídeos y documentos explicativos, alojados en el Portal del Paciente, que permiten a las pacientes comprender y realizar de manera correcta los ejercicios.

"Durante los trimestres primero y tercero del embarazo, las mujeres son evaluadas mediante una serie de cuestionarios, recibiendo un feedback de su situación y posibles riesgos de desarrollo de la incontinencia urinaria en función de su situación particular", detalla Almudena Prieto. A su vez, se les envían también recomendaciones de autocuidado y pautas de ejercicio enfocadas a mejorar dicha situación.

Tras dar a luz, se hace un seguimiento postparto durante seis meses para controlar la evolución de la incontinencia y se facilita a las mujeres acceso a la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico si durante esta observación se identifica la necesidad de un manejo más individualizado.