Barcelona

Los quioscos de prensa de Barcelona ofrecerán comida para llevar, servicio de paquetería y recarga de baterías

Turistas pasando delante de uno de los populares quioscos de La Rambla de Barcelona.
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Los quioscos de prensa de Barcelona, unos de los principales afectados por los confinamientos y las restricciones del coronavirus, y por los cambios en los hábitos de lectura de los ciudadanos, se reinventan para seguir vendiendo eminentemente artículos de prensa (su razón original de ser), pero a su vez, abrir su catálogo de servicios a otros usos que hasta ahora no les estaban permitidos y con los que podrán asegurarse una mayor viabilidad económica y futuro de sus negocios adaptada a los nuevos tiempos y costumbres de la sociedad.

De este modo, el quiosquero podrá ofrecer a su clientela comida envasada y bebida para llevar (al estilo de los de una nueva cadena que se ha implantado recientemente en la capital catalana y que ofrece café y otras bebidas junto a diarios y revistas en quioscos y locales comerciales). También podrán ser un punto de recogida de paquetería de última milla, convirtiéndose en una suerte de taquillas de recepción de compras por Internet, y darán la posibilidad de que los usuarios puedan recargar las baterías de sus dispositivos electrónicos desde el quiosco. Podrán albergar igualmente cajeros automáticos y antenas para el despliegue de la tecnología móvil 5G.

Esta actualización y expansión de oferta de estos negocios a pie de calle ha sido posible gracias al acuerdo que ha alcanzado el sector, representado por la Associació de Professionals de Venedors de Premsa de Barcelona i Província (APVPBP), con el Ayuntamiento de Barcelona.

En este acuerdo también han participado el Col·legi de Periodistes de Catalunya y la Associació de Quioscos de la Rambla. La firma se ha materializado tras meses de conversaciones y de encuestas a los propietarios de los quioscos para conocer de primera mano cuáles son las propuestas y las necesidades reales de sus negocios.

Una decena de nuevos servicios y productos

Las nuevas funciones de los quioscos hacen necesaria una modificación de pliegos o cláusulas reguladoras municipales para la concesión del uso privativo de dominio público de los quioscos en la vía pública, vigente desde 2013 y con validez hasta el próximo año 2030.

Dicha norma obliga a que los quiosqueros ocupen el 80% del espacio de su negocio a la venta de libros y publicaciones periódicas y el 20% restante a loterías, recuerdos, regalos, tarjetas de transporte o entradas.

Con este cambio, los porcentajes variarán y los quioscos tendrán que destinar un mínimo del 51% de su capacidad a venta de prensa y el resto a la de los productos no autorizados hasta la fecha. Estos últimos los pondrán ofrecer sin una modificación del pliego.

El consistorio confía en que en un plazo máximo de tres meses se puedan realizar los cambios normativos pertinentes y que en seis meses se ultimen las modificaciones del pliego administrativo para dar vía verde a estos nuevos usos de los quioscos de calle barceloneses.

Los cambios en los pliegos y concesiones actuales vigentes para estos negocios podrían dar paso en los próximos meses a una ampliación de sus horarios de apertura. 

322 quioscos aún en pie 

La ciudad de Barcelona cuenta a día de hoy con un total de 322 quioscos, de los que 259 están adjudicados y una decena cedidos al Institut Municipal de Persones amb Discapacitat, entidad que los explota mediante una cooperativa.

Un total de 53 de estos negocios se encuentran en desuso, y de estos, el Ajuntament de Barcelona procederá a la retirada de 31 antes de que finalice el actual mandato en el mes de mayo del próximo año, 2023. 

El Eixample es el distrito con más quioscos en pie (88) y Horta Guinardó con menos (una docena).