Libros

Tras los pasos de Julio César, el "autócrata progresista, genial y manipulador" de la antigua Roma

El historiador y escritor Andrea Frediani.
LLORENÇ OSA / PLANETA

Frente a los restos del templo de Julio César, allí donde el cuerpo del dictador fue incinerado y venerado por el pueblo de Roma, el historiador Andrea Frediani (Roma, 1963) demuestra que, aunque han pasado más de 2.000 años, la fascinación por el personaje sigue vigente en pleno siglo XXI. Con pelo canoso y corto, con un rostro duro que no desencajaría entre los pétreos bustos romanos de los cercanos Museos Capitolinos, Frediani desentraña la historia y cita a Stephen King para presentar a la prensa española el arranque de su trilogía Dictator, La sombra de Julio César (Espasa).

Historiador especializado en temas militares, este autor italiano ya llevaba una larga carrera de publicaciones ensayísticas cuando comenzó a escribir novela. Más tarde, cuando su editor le pidió escribir algo sobre Julio César, él se negó. "Me negué", explica a 20minutos, "ya habían escrito demasiados autores sobre él". Pero Frediani siguió rumiando la idea hasta que halló la clave.

Este historiador recordó que el famoso De bello gallico, La Guerra de las Galias de Julio César, nos ha llegado mutilado y, que en los capítulos que faltan, se encuentran claves de cómo se gesta la Guerra Civil con Pompeyo y, sobre todo para él, por qué uno de los más fieles amigos y comandantes de Julio César, Tito Labieno, cambia de bando y se convierte en uno de los peores enemigos del futuro dictador. Ese 'agujero histórico' ha desencadenado diversas hipótesis a lo largo de la historia, desde Dion Casio hasta Ronald Syme... y dio una oportunidad a Frediani: novelar la historia de Julio César como no se había hecho antes, a través de la relación con su íntimo colaborador que acabó convirtiéndose en un letal enemigo.

"Labieno fue indispensable en las victorias de César en la Galia y en su ascenso político", explica este historiador y novelista, "pero cuando César se revuelve contra la República, cambia de bando y se convierte en su más letal enemigo, hasta que muere luchando contra él en la batalla de Munda, en Montilla (España) en el 45 a.C.".

La principal fuente que tenemos de Julio César es él mismo y por eso hay que desconfiar y comparar

¿Por qué ese cambio? La apuesta de Frediani bucea en la intimidad del poder. "Por la ambición desmedida de Julio César", explica. "Él venía de una de las familias más antiguas de Roma, estaba convencido de su origen divino y se sentía superior a todos. Eso le impedía entablar relaciones de amistad normal con nadie. Labieno era su cliente, se servían mutuamente, pero Julio César tenía sus objetivos claros y los quería conseguir a toda costa". ¿Fue realmente así? "No lo sabemos claro, es mi apuesta. Esa forma de relacionarse de César también creo que está relacionada con su asesinato".

Así, en La sombra de Julio César -centrada en la juventud y las guerras en las Galias, sobre todo- este novelista italiano sitúa una historia de batallas épicas, lucha política y amistad truncada entre estos dos hombres. Y, con un ritmo frenético, Frediani dibuja a un Julio César lleno de luces y de sombras, que a día de hoy sigue siendo fascinante, la de un joven de una familia aristócrata en horas bajas que crece en un barrio humilde, y que apoyándose, en el pueblo, logra el máximo poder. "Era un demócrata y estaba de parte del pueblo, era un aristócrata que no estaba con su clase, hoy podríamos decir que era progresista y de izquierdas, pero a la vez era un populista, aunque quizá no exactamente como hoy usamos el término, y un autócrata: fue el artífice del imperio romano, legado que dejó para su hijo adoptivo", perfila este historiador.

Una de las cosas que la novela deja claras es el afán propagandístico y la inteligencia y manipuladora manera que tuvo César de escribir sus famosos textos como La Guerra de las Galias. "La principal fuente que tenemos de Julio César es él mismo y por eso hay que desconfiar y comparar", asegura, a la vez que muestra cómo obviaba relatar crímenes de guerra -incluso para la época- que ordenó o magnificaba sus victorias.

"Julio César era un genio y lo decían hasta sus propios enemigos, como Cicerón", describe Frediani, "podría haberse dedicado a cualquier cosa, pero se hizo militar porque sabía que era la manera más rápida de llegar al poder político. Muchas de sus actuaciones militares estaban basadas en cálculo político". Como estratega, Frediani cree que "César realmente no inventó nada", pero " era un técnico de la guerra y se sirvió de una maquinaria militar perfectamente engrasada desde tiempos de Escipión y la perfeccionó: la hizo más rápida, más veloz".

Peligrosos paralelismos con el presente

Resulta fácil caer en la tentación de jugar a los paralelismos con el presente, pero al autor italiano esa opción no le convence mucho. "Hay que ver cada época en su contexto", asegura, "ahora podríamos pensar que, como hemos visto recientemente, cuando la democracia falla, se siente la necesidad de buscar un hombre fuerte como ocurrió entonces. Pero en el siglo XX, esas soluciones, como Mussolini en Italia o Franco en España, trajeron guerras y calamidades; en la Roma Republicana, Julio César trajo la paz y provocó que Roma sobreviviera mil años más. Los romanos llevaban cien años de guerras civiles antes de eso y no aguantaban más; hoy eso no ocurre... salvo quizá en Ucrania". "Por eso no me gusta comparar el pasado con el presente", asegura.

Al escribir las batallas utilizo la misma técnica que al escribir sobre sexo

A este historiador italiano se le nota su vocación académica por la historia de la guerra en sus novelas, llenas de batallas épicas y a las que trata de dar todo el rigor posible. "Soy hijo de militar, he crecido viendo películas como Lawrence de Arabia y jugando con soldaditos y soy polemólogo, un estudioso de la guerra como Julio César", afirma. "Con las batallas utilizo la misma técnica que al escribir sobre sexo: cojo todo lo que sé, lo imagino y describo las imágenes que tengo en mi mente", explica.

lA SOMBRA DE JULIO CÉSAR

  • Traductor: Juan Carlos Gentile Vitale
    ​Número de páginas: 448
    ​PVP 21,90€ (papel) 6,99€ (ebook)

Frediani asegura sentirse como "una estrella del rock" sabiéndose una gran apuesta de Planeta en España. Autor de éxito en su país, en España solo había tenido tres novelas publicadas antes -todas en Algaida y de temas históricos: 300, Maratón y Jerusalén-, pero ahora se espera que, gracias a Julio César, se replique su éxito aquí. A pesar de que, en menos de un mes, su versión de Julio César tendrá que 'batallar' en las librerías con la de un autor nacional, el de Santiago Posteguillo.

Pero el italiano confía porque no descarta -a pesar de que terminó y publicó esta trilogía en Italia hace ya casi diez años- en retomar la historia con una cuarta novela con uno de los secundarios este trilogía: Quinto, el hijo de Tito Labieno. "Es un personaje histórico del que sabemos muy poco, pero que resulta fascinante", asegura el autor. "Si la trilogía tiene éxito escribiré sobre su vida tras la muerte de César, cuando formó un estado en Oriente contra Roma, apoyado por los partos", explica.