La huelga general en Euskadi tendrá transporte público y colegios abiertos
- Los servicios mínimos mantienen el 30% de buses, trenes y metro, que pasará cada 7,5 minutos.
- Los sindicatos intentarán bloquear el acceso a Bilbao.
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Euskadi afronta este jueves una jornada de huelga general con visos de resultar descafeinada, a causa de los servicios mínimos del Gobierno vasco y la división sindical. Está convocado por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, Hiru y EHNE. CCOO y UGT no la apoyan.
El Ejecutivo vasco ha impuesto que los transportes públicos mantengan este día el 30% de sus servicios habituales un día de labor. Así, en hora punta, Metro Bilbao tendrá una frecuencia de siete minutos y medio. En cada rama de ambas líneas rodará cada 15 minutos y hasta Plentzia, cada hora.
Además, los colegios públicos y privados y las haurreskolak están obligadas a abrir. En los primeros deberá haber un directivo y un administrativo para atender a los alumnos que vayan a clase. En las guarderías, deberá trabajar el 25% de la plantilla.
Para los sindicatos, todos estos servicios mínimos son «inaceptables y escandalosos». Los recurrieron, pero este miércoles el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dio la razón al Gobierno vasco.
Las centrales han preparado piquetes y retenes. Desde las 5.30 horas se espera que los camioneros huelguistas (afiliados en Hiru) bloqueen con sus vehículos las entradas a Bilbao. También se crearán pasacalles por la ciudad para sacar a los trabajadores de sus puestos. A las 12.00 y a las 18.30 horas habrá sendas manifestaciones desde Moyua.
Los servicios mínimos obligan a trabajar como un día festivo en los siguientes sectores:hospitales, ambulatorios, ambulancias, autopistas, eléctricas... En EiTB, sólo noticiarios.
PSE, PNV y PP la desaprueban
Aralar, EA y líderes de la izquierda abertzale ilegalizada secundarán este jueves la huelga. Ezker Batua ha dado libertad a sus militantes, mientras que PSE, PNV y PP la desaprueban.
Los convocantes claman contra el «chantaje» de la patronal, que exige rebajar impuestos y derechos laborales en plena crisis. El nuevo Gobierno vasco cree que es una huelga «política» y no laboral. Patxi López censura que los sindicatos rehúsen su oferta a hablar.
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