Valladolid

El teletrabajo crece un 23,2% en CyL durante el último año, hasta representar uno de cada ocho ocupados

Hace un año, la cifra de personas que teletrabajaba, al menos ocasionalmente, alcanzaba un máximo histórico en nuestro país con algo más de 1,5 millones (el 7,9 por ciento de las personas con trabajo que había entonces en España).

En Castilla y León, esa proporción crecía ligeramente y llegaba hasta el 7,2 por ciento de los ocupados, pero con la irrupción de la pandemia y el decreto del Estado de Alarma en marzo de 2019, el total de personas que trabajan al menos ocasionalmente desde su hogar, más que se duplicó en el segundo trimestre del pasado año (cuando se impuso el confinamiento domiciliario), superando los 3,5 millones de personas, un récord absoluto.

Desde entonces, el total de teletrabajadores se ha moderado hasta los 2,86 millones en el cuarto trimestre en el conjunto de España (14,5 por ciento del total de ocupados), cifra que supone un incremento interanual de un 74,2 por ciento. Esto implica que ahora hay 1,2 millones de teletrabajadores más que hace un año.

Aunque todas las comunidades muestran crecimientos interanuales en su proporción de ocupados que teletrabajan, hay diferencias importantes. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid y Cataluña han más que duplicado su número de teletrabajadores, con incrementos interanuales de un 200 y un 119 por ciento, respectivamente.

También exhiben aumentos significativos Canarias (65,8%) y La Rioja (60), mientras que en el otro extremo, las comunidades autónomas de Aragón, Extremadura y la Comunidad Valenciana presentan incrementos inferiores al 20 por ciento (9,9%, 16,3% y 18,2%, respectivamente).

En Castilla y León, el incremento en el teletrabajo durante la pandemia ha sido de un 23,2 por ciento, es decir, una tercera parte que la media nacional.

Traducidos a términos absolutos, esos incrementos porcentuales significan que, durante 2020, la Comunidad de Madrid aumentó su número de teletrabajadores en 512.000 personas (hasta un total de 767.200 individuos), mientras que Cataluña lo hizo en 350.000 personas (elevando el total hasta 645.400 teletrabajadores). Ambas comunidades concentran 7 de cada 10 nuevos teletrabajadores de toda España.

104.100 TELETRABAJADORES MÁS EN CYL

En Castilla y León han sido 19.600 personas las que han comenzado a teletrabajar a lo largo de 2020, por lo que ahora suma 104.100 teletrabajadores.

La presencia del teletrabajo se ha concentrado en la Comunidad de Madrid y Cataluña, que han pasado de tener un tercio del total de teletrabajadores del país a la mitad. Si se suman Andalucía y la Comunidad Valenciana, han pasado de tener el 60 por ciento del total al 70. La proporción de teletrabajadores de Castilla y León en el total nacional ha bajado de un 5,2 por ciento a un 3,6 en la actualidad.

En cualquier caso, la proporción de ocupados que teletrabaja ha aumentado en todas las comunidades autónomas. El mayor incremento se registra en la Comunidad de Madrid, donde la proporción de teletrabajadores ha dado un salto de 14 puntos porcentuales, para llegar al 22,3 por ciento.

Es el mayor registro alcanzado por cualquier autonomía en los 15 años que cubren las estadísticas de esta variable. Cataluña pasa al segundo puesto, con un incremento interanual de 8,6 puntos, que ha elevado su proporción hasta el 17,2 por ciento. En tercer lugar, se sitúa Asturias, con un 15,4 por ciento, un 4,5 más.

En la comunidad castellanoleonesa, la proporción de teletrabajadores se ha incrementado un 3,1, alcanzando el 11,7 por ciento, de modo que uno de cada ocho ocupados trabaja al menos de manera ocasional desde su hogar. Si bien es una proporción inferior a la media nacional, supera los datos de ocho autonomías.

Mientras, la proporción de teletrabajadores dentro del total de ocupados es en nuestro país de un 14,5 por ciento y de un 11,7 en Castilla y León, la media de la Unión Europea se sitúa en el 21,5 por ciento.

Entre los países europeos, hay dos en los que más del 40 por ciento de los ocupados teletrabaja. Se trata de Suecia (40,9%) y Holanda (40,1%), seguidas, con más del 35 por ciento, Luxemburgo (37,5%) y Finlandia (33,5%).

CYL, POR ENCIMA DE ITALIA

De los países más grandes de la Unión Europea, sólo Italia presenta una proporción de teletrabajadores inferior a la castellanoleonesa (9,8 por ciento).

Por su parte, la proporción de ocupados alemanes que teletrabaja, 18,5 por ciento, es inferior a la media europea, pero, aun así, muy superior a la de España y la de Castilla y León.

Entre los países con menor desarrollo del teletrabajo, que tienen un cinco por ciento o menos de sus trabajadores accediendo a esta posibilidad, se encuentran Bulgaria (4,7%) y Rumanía (5,4%).

A nivel nacional, el empleo a tiempo parcial ha continuado la tendencia descendente con la que había comenzado el pasado 2019. Su descenso ha sido más marcado que el del empleo total, por lo que no sólo ha caído en términos absolutos sino también como proporción del total de ocupados. En 2020 se han perdido 145.700 empleos de tiempo parcial (4,9 por ciento menos interanual).

Casi uno de cada cuatro puestos de trabajo suprimidos durante la pandemia eran de este tipo. Así, la proporción de ocupados a tiempo parcial en el total de ocupados en España ha caído al 14 por ciento, seis décimas menos que hace un año y el dato más bajo desde junio de 2012.

DESTRUCCIÓN DE EMPLEO A TIEMPO PARCIAL

Castilla y León es una de las nueve autonomías que imitan el patrón general, destruyendo tanto empleo a tiempo parcial como puestos de trabajo de jornada completa.

Mientras se han eliminado 4.700 puestos de tiempo parcial (un 3,1 por ciento menos interanual), se han perdido otros 22.600 de jornada completa (caída interanual de un 2,6). La proporción de ocupados a tiempo parcial ha descendido por sexto trimestre consecutivo, dos décimas menos que un año antes, quedando en un 15 por ciento.

Sin embargo, el mayor retroceso de otras regiones ha hecho que Castilla y León, que hace un año se colocaba en el séptimo lugar, sea ahora la tercera autonomía con mayor proporción de ocupados a media jornada.

Todas las autonomías imitan el patrón general, con descensos en el porcentaje de personas que trabaja a tiempo parcial, con la sola excepción de la Comunidad Valenciana. En Navarra, Extremadura y Castilla-La Mancha, el descenso interanual es de más de un punto porcentual.

La Comunidad Valenciana ha recuperado el primer lugar, con un 16,1 por ciento de ocupados a tiempo parcial (incremento interanual de una décima), superando al País Vasco por centésimas (descenso de seis décimas).

Si al final de 2019 había dos autonomías con menos de un 13 por ciento de ocupados a tiempo parcial, ahora son tres: Canarias (12,1, un 0,8 por ciento menos), Baleares (12,6, una décima menos) y la Comunidad de Madrid (12,9, tres décimas menos).

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